Desde su irrupción en el ámbito tecnológico, la «Era de la Inteligencia Artificial» ha suscitado una creciente preocupación sobre su influencia en el empleo humano. A medida que la IA avanza y se vuelve capaz de realizar tareas con mayor rapidez y eficiencia que los seres humanos, surge la duda de si esta tecnología podría reemplazar a los trabajadores.
La promesa de una mayor productividad sin la necesidad de salarios ni condiciones laborales ha llevado a muchas empresas a adoptar la IA en sus operaciones. Expertos y empresarios coinciden en que el desarrollo de esta tecnología se está acelerando, y lo que antes se proyectaba para una década más, ahora podría hacerse realidad en un futuro cercano, incluso para 2025.
No obstante, muchos coinciden en que la IA no eliminará los empleos humanos, sino que se encargará de las tareas más repetitivas y monótonas, liberando a los trabajadores para actividades más creativas y estratégicas. Sin embargo, la automatización de trabajos rutinarios podría dejar fuera a aquellos empleados cuya labor es susceptible de ser realizada por máquinas.
Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha abordado este tema con cautela en una reciente entrevista. Aunque no fue explícito, insinuó que para 2025 su empresa, junto con otras del sector tecnológico, podría reemplazar a los humanos con IA. Al referirse a la capacidad de la IA para escribir código, Zuckerberg mencionó que en el futuro las máquinas podrían desempeñar el rol de ingenieros de nivel medio en el desarrollo de aplicaciones, plataformas y sitios web.
Zuckerberg reconoció que, al principio, la implementación de esta tecnología sería costosa, pero con el tiempo se volvería más eficiente. De esta manera, gran parte del código de las aplicaciones y las nuevas IA podrían ser creadas por ingenieros artificiales. Sin embargo, el CEO de Meta se mostró cauteloso al afirmar que aún es temprano para determinar el impacto que tendrá la IA en el empleo, sugiriendo que el reemplazo de trabajadores no es inminente, pero sí una posibilidad.
Este tema, sensible y complejo, podría generar incertidumbre entre los más de 70,000 empleados de Meta. Aunque Zuckerberg no ha querido abordar directamente la cuestión del despido masivo, es evidente que, en el momento en que la IA alcance una mayor capacidad, las nuevas contrataciones podrían cesar, y los despidos podrían ser el siguiente paso, dado que las máquinas serían más eficientes que los humanos en ciertos roles.
La cuestión sigue abierta: ¿será la Inteligencia Artificial una aliada que complementa el trabajo humano o un factor disruptivo que podría redefinir el empleo tal como lo conocemos?