Había cedido en numerosas ocasiones con sangre en el corazón, había tratado de acercarse con mano izquierda de mil maneras. Este viernes 10 de marzo, sin embargo, el Papa Francisco ha considerado que ha llegado la hora de denunciar sin pelos en la lengua la opresión del régimen nicaragüense de Daniel Ortega.
En una entrevista concedida al medio de información argentino, Infobae, hace acusaciones muy graves: «Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige» Nicaragua, explica refiriéndose a Ortega.
Como la Alemania de Hitler
«Es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas», añade el Pontífice.
El Papa utiliza calificativos tan duros no solo por la oleada de represión que Ortega ha desatado en la isla, que, entre otras cosas, ha llevado a la expulsión, destierro y pérdida de nacionalidad a las personas que libremente han manifestado su opinión contra los abusos del régimen.
El obispo de Roma se refería también a la expulsión de su representante oficial y personal en el país, el arzobispo nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
La última medida de Ortega para evitar toda posible concentración de población en la que pueda expresarse la libre opinión ha consistido, ni más ni menos, en la prohibición de las procesiones de Semana Santa.
Homenaje del Papa al obispo encarcelado
Asimismo, el Pontífice hace referencia explícita en su entrevista a monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, condenado a 26 años de cárcel por denunciar los abusos contra los derechos humanos fundamentales del régimen.
Enviado al exilio, después de un intento de negociación de la Santa Sede, el prelado prefirió dignamente quedarse en su país y afrontar la prisión y la implícita tortura de la dictadura. En un primer momento, fue conducido a la cárcel denominada «La Modelo» (que, según los propios nicaragüenses, es un «modelo» de malos tratos) donde, se supone, que se encuentra recluido.
Sin embargo, según informan diferentes medios de comunicación, los empleados de «La Modelo» han negado a la hermana del obispo Álvarez, Vilma, que éste se encuentre allí. En estos momentos, se desconoce su paradero.
En su entrevista con Infobae, el Papa Francisco confiesa su admiración por monseñor Álvarez: «Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio».
Denuncia del Vaticano ante la ONU
El representante del Vaticano en la Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el arzobispo Fortunatus Nwachukwu, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, expuso las críticas de la Santa Sede al régimen de Nicaragua.
«La Santa Sede –afirmaba con lenguaje diplomático el representante del Papa ante la ONU– lamenta las noticias más recientes sobre la condena a 26 años de prisión de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, y la privación arbitraria de la nacionalidad a más de 300 ciudadanos nicaragüenses, entre ellos el obispo auxiliar exiliado de Managua, Silvio José Báez, 222 de los cuales han sido deportados a Estados Unidos».
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Agencias