Fue en ese lindo espacio de la fachada del Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez donde por primera vez escuchamos, mi hijo Dylan y yo, la música del Marabone’s Ensamble y sonaba fascinante: potente y sentido.
Y pensé, en aquel momento de criollo ragtime, en los dulces abejorros de Scott Joplin haciendo fluir ideas sonoras desde ese “género musical estadounidense que se popularizó a finales del siglo XIX derivado de la marcha, caracterizado por una melodía sincopada y un ritmo acentuado en los tiempos impares (primero, segundo y tercero)…”.
Resulta que, aquella tarde vespertina, ellos no pudieron concluir su participación dentro de una fiesta popular increíble, porque llegaron unos Vasallos de San Benito y, desafortunadamente para el instante, no hubo posibilidad que los tambores del chimbanguele y los metales de los Marabones hubiesen fusionado sus síncopas para que estonces hubiesen tenido que bajar los mismos dioses del Olimpo del jazz, a bailar en la avenida Libertador, frente al Puerto de Maracaibo. “Un tripeo”, susurraban los duendes melómanos que desandan siempre por la Plaza Baralt. Una música única hecha por un puñado de jóvenes muy talentosos, fraguados en el seno de El Sistema y con una visión clara de ese “Arte de la influencia” que ellos están desarrollando.
Desde sus Alas al viento, la profesora Emilce Jacobchuk nos refresca en cuanto a que “la palabra ensamble, hace referencia a la unión de partes diferentes, que al concatenarlas se constituyen como un bloque consistente, capaz de organizar una estructura, creando un todo a partir de piezas sueltas.
Las partes que componen el ensamble deben ser coherentes, realizando una perfecta conexión, con aquellas que están a su lado.
De esta manera, se consolida ese todo mayor como si fuera un rompecabezas invisible.
En el ensamble la melodía tiene la imagen principal, y no siempre es el mismo instrumento que la realiza.
La belleza está en poder combinar la idea musical, desde la variedad tímbrica que ofrece la agrupación.
Aprender a estar presente en la melodía principal, o generar el silencio que acompaña al cantante, tiene igual importancia.
Uno de los aspectos fundamentales es acompañar al que canta y en los tiempos de espera, la clave es permanecer conectados, sin distracciones para continuar apoyando la figura preponderante…”.
Podría estar muy influenciado por tanta pasión por el jazz pero el reportero que firma estas líneas se declara supeditado a esa condición de posverdad: Los del Ensamble Marabones son muy buenos tocando y “Jammeando ando”, etcétera. Tocan fino, muy bien atemperados y poseen el don de divertirse mientras tocan, lo cuan siempre garantiza un gran espectáculo sonoro. Como este que brindarán, el próximo viernes 28, a partir de las seis en punto de la tarde, en el Teatro Bellas Artes, en la 3F con 66. Gioenmi Orozco, mánager del EM, (integrado por los músicos Vladimir Rodríguez, Jesús Herrera, Williams Colina, Cristhian Balza, Cristhian Damar y Manuel Pulgar), nos concitó con su mensaje que compartimos con ustedes, lectores de Noticia al Día:
“¡Prepárate para una experiencia musical inolvidable en BANDAS SONORAS VOL 1: Edición Películas Animadas! con @marabonesmusic …
[…] Sumérgete en un mundo de melodías cautivadoras mientras viajamos a través de las emocionantes historias de tus películas animadas favoritas. Desde clásicos atemporales hasta las últimas sensaciones, te esperamos para una noche llena de magia y nostalgia musical. ¡Noches como esta merecen ser compartidas. Entradas a tan solo $10 dólares, disponibles en las tiendas de @digitallzoneve y @arenapanter. ¡Asegura tu lugar en este viaje musical único! ¡No pierdas esta oportunidad de ser parte de un concierto que despertará tus emociones y te hará vibrar al ritmo de las bandas sonoras más icónicas!..”. Les irá bien.
Porque, volviendo a Winston Marsalis, ellos concitan tres asuntos esenciales: "Improvisación, que significa ser como somos; Swing, que nos enseña a ver qué está bien para los demás; Blues, que nos dice que el dolor está en el mundo y que debemos buscar el optimismo". ¡Salud!
Alexis Blanco – Foto cortesía
