Miércoles 13 de noviembre de 2024
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Un centenar de gatos niegan "fugarse" del retén de Bella Vista de Maracaibo para garantizarse la vida: Se mantienen de la caridad pública

Los gatos combinan la gracia, la fertilidad y el cuidado tierno con la agresividad, la rapidez y el peligro. En…

Un centenar de gatos niegan
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Los gatos combinan la gracia, la fertilidad y el cuidado tierno con la agresividad, la rapidez y el peligro. En cualquier vivienda de Maracaibo habita un gato, aunque muchos no están corriendo con suerte en estos tiempos difíciles porque las familias se han visto obligadas a salir de ellos.

Footo: Will Marval

En el antiguo Egipto se creía que eran seres curativos y se los asociaba sobre todo con la protección, ya que al ser perteneciente de la familia de los felinos, se lo asemejaría directamente con el león, el cual para los egipcios, sería el dios del sol, Ra.

Inicialmente, se le consideró una encarnación del dios Ra como matador de la serpiente Apofis, pero alcanzó su máximo de influencia cuando se lo consideró la encarnación de Bastet, la diosa del amor, la fecundidad, la belleza, la armonía y la protección.

Se dice que los dioses relacionados con estas cualidades a menudo se representaban con sus rasgos felinos, Pero según un centro de investigación se asegura que los egipcios no adoraban a los gatos como divinos.

Foto: Will Marval

Paradójicamente, vemos como en esta abandonada edificación estilo egipcio, que aporta a la urbe un aire surrealista construidos a finales del siglo XIX sobreviven un centenar de estos felinos, algunos de ellos, vienen de un hogar, una familia y un bienestar, que se acabó al llegar al retén de Bella Vista, donde los prisioneros de aquellos tiempos, ocupaban el patio y lo que fueron celdas de aislamiento solitario, algo muy parecido a la llamada tumba del Sebín en el Helicoide.

Foto: Will Marval

Ver felinos adultos y cachorros merodear por aquel lugar, recuerda a los reos de mala conducta de entonces que eran encerrados durante días o semanas en pequeños cuartos sin ventana, con espacio apenas suficiente para una o dos personas, con un calor sofocante y húmedo, sumado a una oscuridad y la pestilencia derivada de la falta de instalaciones sanitarias.

Se niegan a escapar para vivir

Un muro de 7 metros de altura y 80 centímetros de espesor conforman las paredes que dan hacia el exterior del recinto carcelario y siempre se escuchó decir entre los habitantes de Maracaibo e aquel tiempo, que literalmente era más fácil de saltar esas paredes que atravesar el patio central para ubicar la puerta principal.

Foto: Will Marval

Reseñas históricas dan cuenta de testimonios de los vecinos de la cañada Lara que está a un lado cuando en la madrugada no era extraño ver improvisadas sogas hechas con tiras de sábanas anudadas utilizadas por los reos para bajar por el muro y ganar la calle.

Los felinos que como prisioneros conviven en este lugar se niegan a trepar ni salir por la puerta principal que está abierta porque prefieren permanecer en el lugar para vivir de la atención que reciben de la caridad pública que les garantiza al menos agua y comida.

Vivir entre gatos como presos


Pocas veces se acuerda de sí misma y parece no esperar ya nada en la vida. Dedica su tiempo a criar sus gatos callejeros que le lanzan desde carros en marcha, mientras que otros que se los llevan en bolsas, recién nacidos y hay quien se los dona porque ya no los pueden tener en casa

Ana Margarita Román, de 73 años, buscó refugio con sus gatos por toda Maracaibo después de perder su casa que le dejó su madre antes de morir. Esta edificación fue el espacio que la abuela escogió y ocupó en su parte frontal con una cama y muebles, desde hace dos años, para terminar de pasar los últimos días cobijando a sus "mininos". Ya no permanece todo el tiempo y le da " vueltecitas", dice.

Las autoridades lo único que han hecho ante esta situación fue quitarle el colchón y sillas para que no durmiera más ahí., señaló.

Una señora que se identificó como Gloriana Rosales, habitante de la parroquia Santa Lucia, le repartió ayer comida a los animalitos que se niegan a morir en otra parte y ocupan el espacio que una vez fue de malhechores y gente de mal vivir que cumplían condena.

"Nadie se quiere ocupar de ellos, hay muchos que están enfermos y no todo el tiempo cuentan con alimentación, pero se niegan a abandonar el retén jugando a sobrevivir".

Entre seis y 10 gatos nuevos llegan para formar parte de la manada que alcanza el centenar y se mantienen en lo que un día fue un retén de donde escapaban detenidos y hoy es un lugar de donde los felinos que la ocupan no quieren irse para no morir.

Una vida inhóspita entre felinos, en plena calle, donde unos días pasan hambre y otros se aferra a la caridad pública,

Mascotas a la calle

Tener una mascota en Venezuela es escandalosamente costoso. La comida para gatos y perros no solo es lo más elevado en cuanto a precio, sino los costos adicionales para el cuidado que simplemente están fuera del alcance de la mayoría de las familias venezolanas, incluyendo sus vacunas y atención médica.

En el caso de los gatos, son animales de compañía extremadamente populares que necesitan de dedicación y la crisis económica del país se los ha llevado en los cachos. Muchos ocupaban un lugar preferido en hogares, locales comerciales, parques, escuelas, hoteles, incluso, panaderías, abastos en plena vía pública y en edificaciones abandonadas y áreas comunes hasta donde los arrojan desde ventanas de vehículo o simplemente los colocan en bolsas y los dejan para ver si alguien se conduele y les da de comer.

Los que han escogido el edificio estilo egipcio, donde una vez albergó detenidos y gente de mala conducta, que se llamó "el retén de Bella Vista", resguarda más de un centenar de felinos de todos los tamaños, colores y aspecto, que representan para muchos amantes de los animales el lugar seguro.

Foto: Will Marval

Estos animales son conocidos por su capacidad de escapar de situaciones peligrosas, lo que generó la creencia popular de que tienen siete vidas. Sin embargo tienen una esperanza de vida que difiere de estas fantasías aunque muchas veces sus dueños no saben cuál es.

Las vacunas, los tratamientos contra garrapatas y pulgas, las cirugías de esterilización y castración, el aseo de mascotas y la prevención de enfermedades ahora cuestan más de lo que las familias de clase media pueden pagar. El resultado es un número récord de mascotas de hogares que terminan en refugios o simplemente abandonados en las calles y con muy poca esperanza de poder regresar a casa.


"El gato, solo el gato, apareció completo y orgulloso: nació completamente terminado, camina solo y sabe lo que quiere……El gato quiere ser solo gato y todo gato es gato, desde bigote a cola, desde presentimiento a rata viva, desde la noche hasta sus ojos de oro."
Pablo Neruda

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