Dos científicos estadounidenses ganaron este lunes 7 de octubre, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su descubrimiento del microARN, pequeños fragmentos de material genético que ofrecen una forma para que los científicos controlen lo que sucede en nuestras células y que podrían conducir a nuevas formas de detectar y tratar enfermedades, incluido el cáncer.
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El trabajo de los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun “está demostrando ser fundamentalmente importante para el desarrollo y el funcionamiento de los organismos”, según el jurado que entregó el premio en Estocolmo.
Ambros y Ruvkun estaban inicialmente interesados en los genes que controlan el momento de los diferentes desarrollos genéticos, garantizando que los tipos de células se desarrollen en el momento adecuado.
Su descubrimiento finalmente “reveló una nueva dimensión de la regulación genética, esencial para todas las formas de vida complejas”, dijo el panel.
¿Para qué sirve el Premio Nobel?
El ARN es más conocido por llevar instrucciones sobre cómo fabricar proteínas a partir del ADN en el núcleo de la célula hasta las pequeñas fábricas celulares que realmente las fabrican. El microARN no fabrica proteínas, pero ayuda a controlar lo que hacen las células, incluida la activación y desactivación de genes críticos que fabrican proteínas.
Ambros y Ruvkun estudiaron dos cepas mutantes de gusanos que se utilizan habitualmente como modelos de investigación. Los científicos se propusieron identificar los genes mutados responsables del desarrollo celular en estos gusanos y cuál era su papel. El mecanismo que finalmente identificaron (la regulación de los genes por microARN) ha permitido que los organismos evolucionen durante cientos de millones de años.
“Su descubrimiento revolucionario reveló un principio completamente nuevo de regulación genética que resultó ser esencial para los organismos multicelulares, incluidos los humanos”, según la cita que explica la importancia de su trabajo.
Ambros, actualmente profesor de ciencias naturales en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, realizó la investigación en la Universidad de Harvard. La investigación de Ruvkun se llevó a cabo en el Hospital General de Massachusetts y en la Facultad de Medicina de Harvard, donde es profesor de genética.
¿Por qué es importante el microARN?
El estudio del microARN ha abierto caminos para tratar enfermedades como el cáncer porque ayuda a regular el funcionamiento de los genes a nivel celular, según la Dra. Claire Fletcher, profesora de oncología molecular en el Imperial College de Londres.
Fletcher dijo que había dos áreas principales en las que el microARN podría ser útil: en el desarrollo de medicamentos para tratar enfermedades y como posibles indicadores de enfermedades, mediante el seguimiento de sus niveles en el cuerpo.
“Si tomamos el ejemplo del cáncer, tendremos un gen en particular trabajando horas extras, podría estar mutado y trabajando a toda marcha”, dijo Fletcher. “Podemos tomar un microARN que sabemos que altera la actividad de ese gen y podemos administrar ese microARN en particular a las células cancerosas para detener ese gen mutado y evitar que surta efecto”.
Eric Miska, genetista de la Universidad de Cambridge, dijo que el descubrimiento de Ambros y Ruvkun fue una completa sorpresa y cambió lo que los científicos habían entendido durante mucho tiempo sobre cómo funcionan las células.
“Fue una sorpresa descubrir que existe una nueva clase de genes, los genes que producen estos microARN que se habían pasado por alto”, dijo. Agregó que el genoma humano tiene al menos 800 microARN que son fundamentales para determinar cómo funcionan las células.
Miska dijo que hay trabajo en curso sobre el papel del microARN en enfermedades infecciosas como la hepatitis y que también podría ser útil para ayudar a tratar enfermedades neurológicas.
Fletcher dijo que hay estudios de investigación en curso para ver cómo los enfoques de microARN podrían ayudar a tratar el cáncer de piel, pero que todavía no hay ningún tratamiento farmacológico aprobado por los reguladores de medicamentos. Ella espera que eso suceda en los próximos cinco a diez años.
Dijo que el microARN representa otra forma de poder controlar el comportamiento de los genes para tratar y rastrear diversas enfermedades.
“La mayoría de las terapias que tenemos actualmente se dirigen a las proteínas de las células”, afirmó. “Si podemos intervenir a nivel de microARN, se abrirá una nueva vía para desarrollar medicamentos y controlar la actividad de genes cuyos niveles podrían verse alterados en caso de enfermedades”.
Noticia al Día/AP