Pasó por allá por el año 1964. El reportero de sucesos de Panorama -como muchos dicen por aquí, no tenía noticias que escribir-, se acercó al mostrador de la sala de comando para escuchar la denuncia de una anciana que no dudó en redactar y publicar al día siguiente.
La señora era Carmen la de los Espíritus, quien pedía a los funcionarios que la cuidaran, que le dieran protección porque ella había tratado y se divertía con los fantasmas que la visitaban. "Me hacían reír, pero ahora se están propasando", dijo gesticulando al Policía.
JC