-Con globos blancos y una pancarta de colores, Armando Serrano, fue acompañado hasta su última morada
Rostros enrojecidos, así como grupos de familiares y amigos abrazándose por su irreparable perdida, era lo que rodeaba su ataúd.
A las 12:20 pm llegó el carro fúnebre al cementerio Corazón de Jesús. Detrás, venía la fila de vehículos abarrotados de todo aquel que sentía un gran afecto por el joven con condición especial.
En el campo santo se encontraban sus amigos del coro de la iglesia a la que asistía. Entre lágrimas, le cantaron en una sola voz: "Un amor que va de puerta en puerta, un amor que siempre está esperando, sin importar quién eres ni hasta cuando".
En medio del dolor que los embargaba, un grupo de jóvenes soltaron los globos blancos al cielo, al mismo tiempo que gritaban el nombre de Armando y aplaudían.
No tenía límites
Su condición especial no lo limitaba a realizar cualquier tipo de actividad, aquella que desenvolvió en el atletismo y por el cual salía a su rutina de entrenamientos.
Sin embargo, la mañana del domingo 13 de agosto, el conductor Carlos Manuel Machado Bracho, dio por terminado esa pasión luego que lo arrollara con su vehículo, en la avenida Fuerzas Armadas de Maracaibo.
El dolor de una familia que arropó la ciudad de Maracaibo, solo exige justicia ante el atroz hecho que cegó la vida de este joven con condición especial.
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