Néstor y Juan Carlos fueron reportados como desaparecidos, pero pronto se supo que habían sido asesinados y sus cadáveres fueron encontrados maniatados y enterrados en el patio de una casa, cerca del centro de Guacara, estado Carabobo.
Al sitio llegó una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y comenzaron a develar los detalles del macabro asesinato.
Néstor Mauricio Vivas Pineda (33) y su amigo de la infancia Juan Carlos Abril Contreras (37), supuestamente, conocieron a unas mujeres, quienes los habría «pichado». Al parecer, por allí comenzó a tomar forma el caso y las ubicaron.
Se cree que las mujeres hayan confesado lo que sucedió y así fue como dieron con el joven chef y su amigo Juan, enterrados en el patio de una vivienda en el sector La Coromoto que, al parecer, estaba al cuido.
Ambos cadáveres estaban en estado de descomposición. Se presume que los hayan asesinado el mismo lunes, día en el que fueron reportados como desaparecidos.
Sus verdugos tuvieron bastante tiempo para deshacerse de los cuerpos. Abrieron dos fosas, no tan cerca y de un metro aproximadamente de profundidad, para enterrarlos. No está confirmado, pero al parecer, habrían tenido heridas por arma de fuego y arma blanca.
Presuntamente, las mujeres, con ayuda de otro hombre, quisieron robarlos. La camioneta Ford Explorer azul de Néstor, que estuvo estacionada el lunes en el lugar donde sucedió el hecho, al parecer, pretendieron venderla y aún no ha sido localizada.
Quienes conocían a Néstor están convencidos de que se resistió. Sabía como defenderse porque practicaba artes marciales mixtas, pero posiblemente, lo superaban en fuerza sus homicidas.
Extraoficialmente, se supo que por el caso, dos mujeres de 25 y 27 años están detenidas. Pero las investigaciones aún no terminan, pues buscan a un tercer implicado.
La desaparición de los fallecidos
A mediodía del lunes 17 de julio fue la última vez que la familia de Néstor, que en su mayoría está fuera del país, tuvo contacto con él. Les pareció extraño no saber más nada y empezaron a alertar a unos allegados para que los buscaran.
Horas después denunciaron la desaparición ante el Cicpc delegación municipal Mariara e iniciaron una campaña por las redes sociales.
Néstor era natural de Barquisimeto. Tenía un año viviendo en Yagua, de donde habrían desaparecido, luego de regresar de EEUU. Estaba esperando arreglar sus papeles para volver a emigrar de manera legal. Mientras tanto, se ganaba la vida con su emprendimiento de sushi, en el que Juan le trabajaba.
Deseaba volver a pisar suelo americano para conocer a su bebé, a quien dejó cuando apenas estaba en el vientre de su esposa.