La caza de flamencos de la laguna de Las Peonías es motivo de preocupación. Una publicación reciente de la agencia EFE pone la mirada sobre estas aves, ya que residentes de la zona aseguran estar consumiendo su carne.
Son cientos de flamencos que visitan la laguna de Las Peonías, aunque su mayor concentración se produce en la ciénaga de Los Olivitos, en la Costa Oriental del Lago.
De acuerdo a los testimonios recogidos por la agencia española, un grupo de lugareños asegura ingerir la carne de flamencos y cuervos, algo que está muy lejos formar parte de las tradiciones alimenticias de la región zuliana, pero que, al menos un entrevistado, dice practicarlo desde veinte años.
“Los cazadores, más movidos por el hambre que por la costumbre, acuden en grupos a la laguna -ubicada a unos 100 kilómetros de la frontera con Colombia- cargados con tirachinas para derribar y despellejan tantos flamencos como puedan cargar, pero también cuervos, patos o lo que la providencia depare”, detalla EFE.
Sin embargo, la organización ambientalista Mangle Venezuela, afirma no tener registro reciente de este tipo de prácticas en la entidad.
Los ambientalistas se pronuncian sobre la caza de los flamencos
Lermith Torres, presidente de Mangle, fue consultado y expresó que la presunta caza de flamencos sería un atentado contra una especie exótica de gran belleza, que constituye un atractivo turístico en el Zulia.
Explicó que la entidad cuenta con la mayor reserva certificada de flamencos del norte y sur del mar Caribe. En su opinión, se debe promover la preservación de estas aves, que no sean usadas como mascotas o cazadas para la ingesta.
Por su parte, Azul Ambientalistas y Mapache Ecoaventura también fijaron posición y alertaron sobre los riesgos para la salud humana que supone comer la carne de los flamencos.
“Nuevamente, vemos con preocupación la matanza de Flamencos (Phoenicopterus), en zonas aledañas a la Laguna Las Peonías, quienes son cazados y comidos por lugareños que aseguran ingerir la carne de estos animales silvestres, al igual que de cuervos, por una tradición y por necesidad, pero que los ambientalistas consideramos ilegal y peligrosa para la salud”.
Comerlos puede causar enfermedades
Además de condenar la caza de flamencos, alertaron sobre la posibilidad de una epidemia “que, sin dudas, podría afectar al estado Zulia y el territorio venezolano”.
Desde sus cuentas en Instagram, ambas agrupaciones señalan que “las enfermedades emergentes y reemergentes originadas desde animales de vida silvestre, pueden ser transmitidas a las poblaciones humanas por contacto directo o por vectores. Las zoonosis determinan una gran problemática social epidemiológica”.
Según estos ambientalistas, “los flamencos por ser una especie migratoria pueden ser portadores de vectores cómo la influenza o gripe aviar y tuberculosis, pero además una fuente de infecciones por bacterias de Salmonella en las personas”.
No dejaron de recordar el origen de la pandemia del coronavirus y su vinculación con la ingesta de carne de ciertos animales.
Sobre la ingesta de flamencos, acotan: “por mucho que hiervan o cocinen, como alegan quienes lo consumen, el tiempo de exposición es suficiente para el desarrollo de vectores infecciosos, que se pueden propagar masivamente”.
Finalmente, hicieron un llamado de atención ambiental, a las autoridades y comunidades organizadas, para que no permitan la matanza de flamencos, una práctica que podría poner en riesgo a la población.
Sobre los flamencos
El Phoenicopterus, o popularmente conocido como flamenco, es característico por su gran tamaño y peculiar aspecto que lo convierte en el ave acuática más espectacular que vive en nuestros humedales.
“En este sentido, lo habitual es que supere de manera holgada el metro de altura. Perteneciente al género de aves neognatas de la familia Phoenicopteridae, estamos ante una de las más hermosas que existen en el mundo, pero también de las más peculiares”, explica el portal Aquae.
Viven en lagos y pantanos, por lo que comen principalmente algas verdeazuladas, algas rojas, larvas de insectos y pequeños crustáceos, como camarones y moluscos.
“Su color rosado, es el resultado de la acumulación de pigmentos en su piel y plumas y proviene de su dieta, principalmente de la Artemia salina, un pequeño crustáceo que habita en aguas salobres continentales”, según explica un artículo de Nat Geo.
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F Reyes
Noticia al Día
Con información de:
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