La familia de un hombre que murió "devorado vivo" por chinches en la celda de una cárcel del condado estadounidense de Fulton, en Georgia, exige una investigación criminal para establecer las circunstancias de la muerte, además de solicitar el cierre de la prisión, informa The Washington Post.
Lashawn Thompson, un afroamericano de 35 años, fue encontrado sin vida a mediados del pasado mes de septiembre, tres meses después de que fuera arrestado por un delito menor de agresión.
Estaba recluido en una unidad psiquiátrica por supuestos problemas de salud mental, pero físicamente estaba sano. La celda estaba tan sucia que un miembro del personal tuvo que entrar vestido con un traje diseñado para protegerse de materiales peligrosos, según el informe del centro penitenciario.
La autopsia no determinó la causa de la muerte, pero los documentos de la cárcel describieron una infestación "extremadamente grave" de parásitos e insectos en todo su cuerpo. Además, reveló que su rostro y extremidades estaban marcados con cortes y lesiones que se causó a sí mismo al rascarse la piel.
Un caso más de "injusticia racial"
El abogado de la familia de Thompson difundió esta semana en rueda de prensa los informes de la prisión así como las imágenes de la celda y del estado en que fue encontrado el cuerpo. "Lo dejaron allí para que muriera" y fue "devorado vivo" por insectos y chinches, dijo el letrado.
"Es desgarrador. Las imágenes son realmente horribles, difíciles de ver", relató por su parte el hermano de Lashawn, Brad McCrae. La "deplorable celda" no es apta ni siquiera para animales, agregó, denunciando que se trata de un caso más de "injusticia racial".
Los familiares de Thompson, que viven en el estado de Alabama, no sabían que él estaba en prisión y se enteraron después de que las autoridades les llamaran para comunicarles su fallecimiento. Todavía no han emprendido acciones legales, pero tiene la intención de hacerlo cuando reciban las conclusiones médicas de las investigaciones en curso.
La oficina del alguacil del condado de Fulton anunció que ha designado 500.000 dólares para "abordar la infestación de chinches, piojos y otras alimañas dentro de la cárcel". "No es ningún secreto que las condiciones de deterioro y rápidamente erosionadas de las instalaciones actuales hacen que sea increíblemente difícil cumplir con el objetivo de brindar un entorno limpio, bien mantenido y saludable para todos los reclusos y el personal", comunicó.