En la audiencia de presentación e imputación de los detenidos por el caso del desfalco a Petróleos de Venezuela (PDVSA), llamó la atención una mujer dentro del grupo de hombres con trajes naranjas: Johanna Torres, quien era señalada por ser colaboradora del exdiputado y ahora también preso Hugbel Roa.
Rápidamente en internet aparecieron fotos y videos de Torres mostrando una vida de cirugías plásticas y lujo, por lo que muchos se preguntaban cómo la llamada Reina de las Frutas pasó de vender frutas y verduras en el estado Portuguesa, a tener un apartamento en Dubai.
En principio, Torres vendía patilla en Acarigua, Portuguesa, y poco a poco fue expandiendo su negocio hasta la conformación de una cooperativa con la que hizo sus primeros negocios con el Gobierno. Se mezcló rápidamente con la clase pudiente perteneciente a los funcionarios oficialistas.
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Hay quienes aseguran que el apodo provenía de una valla publicitaria que estuvo por meses en la autopista Francisco Fajardo, en Caracas, en la que se veía a la mujer con un traje amarillo posando con muchas frutas de sus negocios, pero la historia va más allá y se remonta a cuando comercializaba este rubro desde Acarigua, en el llano, y poco a poco se convirtió en la proveedora de la red gubernamental de alimentos a bajo costo Mercal y del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Algunas investigaciones revelan que vendía a sobreprecio, por lo que las ganancias eran considerables y que también hizo crecer su negocio a otros alimentos, tabaco y servicios médicos.
Ya en 2021 el Estado había iniciado procedimientos judiciales contra Torres, pero sus conexiones con integrantes del Gobierno, como el exdiputado Roa, hicieron que la investigación se detuviera.
En ese año, funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) le allanaron una casa en la urbanización Las Villas de la ciudad de Lechería, en el estado Anzoátegui, propiedad que compartía con su esposo, el abogado Valmore Guevara, también investigado.
Diarios venezolanos reseñan que en la casa se encontró un arma tipo pistola, marca Remington, calibre 45; un cargador, tres municiones, 45 municiones calibre 9 mm, 26 mil 763 dólares en efectivo, mil 150 euros, documentos, equipos telefónicos, tablet, laptops, computadoras y siete vehículos.
Torres era la dueña de un restaurante de lujo en Caracas llamado El Patio VIP, acciones que puso a nombre de una empleada doméstica, según reseña el portal de noticias El Cooperante en una investigación de 2021.
Fuentes detallaron a El Tiempo que Torres extendió sus operaciones a contratos con PDVSA GAS a través de supuestas operaciones de compra y venta de alimentos.
A ella y a su esposo se les imputaba legitimación de capitales, asociación para delinquir, ocultamiento de armas de guerra, empleo de testaferro y vinculación con sociedades ficticias.
Ahora en la trama de corrupción por la que está presa, se le imputó apropiación o distracción del patrimonio público, alardeamiento o valimiento de relaciones o influencias, legitimación de capitales y asociación y traición a la patria.
Negocios en el exterior
El Tiempo conoció que Torres, quien además era vestida por la diseñadora colombiana Blanca Arroyo, tenía pensado expandir su actividad empresarial. Con su expediente oculto y apoyada por funcionarios gubernamentales, sus negocios seguirían adelante.
“La Reina de las Frutas quería exportar estos alimentos a países vecinos y las conversaciones estaban bien adelantadas”, aseguró una fuente al diario El Tiempo.
Su habilidad para hacer negocios y conseguir beneficios la había llevado a escalar posiciones para lograr este tipo de contratos.
Torres, al igual que el resto de los detenidos, que suman 25, estarían en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Con información del grupo GDA