María Kodama, viuda del célebre escritor argentino Jorge Luis Borges, falleció el domingo en Buenos Aires, a la edad de 86 años, a raíz de un cáncer, informó la familia a la prensa local.
Kodama fue escritora, traductora, colaboradora y heredera universal de la obra de Borges, considerado por la crítica literaria académica como uno de los más grandes poetas, ensayistas y cuentistas de su época.
El afamado autor de Ficciones había fallecido también a los 86 años, en junio de 1986, en la ciudad suiza de Ginebra, dos meses después de contraer matrimonio con Kodama.
Su pasión por las letras nunca se atenuó. Incluso enferma pudo escribir su última obra, La divisa punzó, en la que recorre la historia del polémico caudillo federal del siglo XIX Juan Manuel de Rosas, en colaboración con la escritora Claudia Farías Gómez.
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Su relación con Borges se inició cuando descubrieron un amor compartido por el idioma inglés e incluso el anglosajón antiguo y el islandés.
Lo había conocido cuando ella tenía tan solo 16 años y era estudiante de Literatura. Su padre la había llevado a escuchar una conferencia del autor de El informe de Brodie, Historia universal de la infamia y El libro de arena.
"Yo extraño a Borges y cómo nos divertíamos. Mis amigos me decían ‘cómo salís con el viejo de los laberintos (imagen frecuente en los ensayos borgeanos), es un espanto’. Pero vengan y conózcanlo: es una persona divertidísima y los laberintos me fascinan. Yo lo pasaba bomba (estupendo) con él. No soy masoquista; era una persona muy querible", dijo una vez en una charla invitada a la Feria del Libro de Guadalajara en México.
De los tiempos en que Borges aparecía cada año como candidato a ganar el premio Nobel de Literatura, Kodama recuerda que "todo el mundo lo paraba en la calle y le decía: ‘Ojalá que lo gane'". Nunca pudo ser galardonado.
La relación no fue fácil para ella: "Mi madre me decía que Borges podía ser mi abuelo y tenía razón. Por esa diferencia de edad (él 54 y yo 16) era una adelantada".
"Pero por otro lado -recordaba Kodama-, cuando éramos adolescentes mis amigos hablaban de la familia y los hijos, y yo no quería formar ninguna familia porque mis padres estaban separados y yo al cuidado de mi abuela".
Su definición sobre el vínculo era tajante: "Nunca sentí al hombre como algo que me domina o que yo fuera inferior".
La compañera inseparable del autor de Inquisiciones y El Aleph fue la creadora, en 1988, de la fundación Jorge Luis Borges.
AFP