Se ha viralizado un video de un sacerdote con un estilo muy rapero, cadenas, gafas y gorra, y que con una base de hip-hop rapea versos en su misa. Se trata del padre Thomas Eschenbacher, de la iglesia Hammelburg, Alemania. A pesar de ser un video tomado hace un mes, la originalidad del padre da que hablar.
Inicialmente, el video fue publicado en YouTube y rápidamente llegó a otras redes sociales como Twitter e Instagram. El medio alemán, Main Post, asegura que el religioso da sus sermones con ritmos juveniles como el hip-hop y que no es la primera vez que realiza este tipo de acciones, pues es conocido por generar interacciones con sus feligreses de formas poco ortodoxas.
El sacerdote de 57, de hecho, ya había salido en medios alemanes al proceder con un llamado para boicotear el Mundial de Futbol Qatar 2022 a favor de los derechos humanos violados por el país anfitrión de este encuentro deportivo. Antes de eso, también fue noticia al ofrecer whisky en un retiro espiritual.
Según el padre Eschenbacher, acciones como rapear la misa ayudan a atraer a las personas más jóvenes a la iglesia por medio de sus gustos. Se desconoce si realmente esta acción ha surtido efecto en sus feligreses, pero es seguro que llamó la atención en redes sociales.
Sin dejar su sotana habitual, el padre se puso una cadena de oro, gafas de sol con lentes turquesa, una gorra azul con líneas blancas y un dije con la consigna “Hip-Hop”.
Esta decisión no fue al azar, pues todos los años a puertas de carnavales de febrero en Alemania, el padre suele hacer este tipo de experimento, y aunque no le gusta ni consume este género musical, no se quería quedar sin las ganas de intentarlo.
Otra de las cosas por las cuales su misa destacó fue que dentro de sus versos, le hace una “tiradera” al presidente de Rusia, Vladímir Putin.
“Algunos presidentes no tienen suficiente con su propio imperio. Rusia todavía parece demasiado pequeña para el demonio de Putin, por lo que Ucrania debería entrar en su imperio. La gente tiene que morir por ello, cruelmente sin fin: las bombas caen y la lucha se prolonga allí desde hace un año. Queda la esperanza de que al hablar crees la paz. Pero eso parece imposible con el mono belicoso”.