El papa Francisco lamenta que "muchos jóvenes se sientan perdidos ante el futuro" y atraviesen una "crisis de identidad" que "la confusión digital hace aún más difícil de superar", en un mensaje escrito desde el hospital Gemelli, donde se encuentra ingresado desde el 14 de febrero. El escrito fue publicado este miércoles, 19 de marzo.
"A menudo experimentan incertidumbre sobre las perspectivas laborales y, más profundamente, una crisis de identidad que es una crisis de sentido y de valores y que la confusión digital hace aún más difícil de superar", escribe el papa en ocasión de la 62 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
Para el pontífice, "las injusticias hacia los débiles y los pobres, la indiferencia del bienestar egoísta, la violencia de la guerra amenazan los proyectos de vida buena que cultivan en sus almas".
Además, el papa anima en el mensaje a los jóvenes a descubrir la vocación pues "una llamada a salir de sí mismo para emprender un camino de amor y de servicio".
Y agrega que, toda vocación en la Iglesia, ya sea como laico, como sacerdote o religiosa, "es un signo de la esperanza que Dios tiene para el mundo y para cada uno de sus hijos".
Francisco añade que "el mundo necesita jóvenes peregrinos de esperanza, valientes al dedicar su vida a Cristo, llenos de alegría por el hecho mismo de ser sus discípulos-misioneros".
Mientras que insta a los religiosos a promover "el cuidado de la vocación cristiana en los diversos ámbitos de la vida y la actividad humana, fomentando la apertura espiritual de cada persona a la voz de Dios".
Y concluye que "para ello, es importante que los programas educativos y pastorales proporcionen espacios adecuados para el acompañamiento vocacional".
Sobre su salud
El papa Francisco consiguió dormir la pasada noche del lunes en el hospital sin recurrir a la ventilación mecánica no invasiva, es decir, sin la máscara de oxígeno, según informaron fuentes de la Santa Sede.
Se trata de una "buen paso" que debe ser interpretado con "prudencia" porque sus médicos insisten en que sus condiciones clínicas siguen siendo "complejas dentro de la estabilidad".
Francisco, de 88 años, está ingresado desde el 14 de febrero en el Gemelli a causa de una neumonía bilateral y, aunque ha pasado por cuatro crisis difíciles, en las últimas semanas ha experimentado una lenta y gradual mejoría, saliendo del "peligro inminente".
Su terapia, entre otras cosas, consiste en recibir altos flujos de oxígeno durante el día con cánulas nasales y someterse durante la noche a la ventilación mecánica no invasiva, la mascarilla.
Sin embargo, anoche no la usó, sino que recibió oxígeno a través de las cánulas. Las fuentes subrayan que no se trata de un retiro definitivo de la mascarilla sino de una "reducción progresiva" de su uso.
En la jornada de este martes, tras 33 días hospitalizado, el papa ha proseguido con su terapia farmacológica, se ha ejercitado con la fisioterapia respiratoria y motora y se ha dedicado a la oración y a algunas tareas laborales.
Lee también: La visita planeada para el 8-Abr del rey Carlos III y Camila al papa Francisco seguirá adelante
Noticia al Día/Con información de EFE