Miércoles 05 de marzo de 2025
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Recomendaciones para el cuidado de la salud después del chapuzón durante el Carnaval

Como cada año, tras las festividades del Carnaval muchas veces refrescarse con un baño es la opción más apetecible en…

Recomendaciones para el cuidado de la salud después del chapuzón durante el Carnaval
Foto: Cuidados de la piel durante baños de playa
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Como cada año, tras las festividades del Carnaval muchas veces refrescarse con un baño es la opción más apetecible en la playa o piscina pero queda la duda si detrás del chapuzón hay riesgo y resultan infecciones quemaduras, hongos, erupciones y enfermedades oculares y en oídos.

Al contacto con la sal, los gérmenes, el cloro en las piscinas, las bacterias y los hongos pueden favorecer su aparición y contagio y para esto se recomienda visitar los especialistas en cada área que posiblemente será afectada como dermatólogos, oftalmólogos, otorrinos, ginecólogos y hasta estilistas.

Estas infecciones suelen compartir la mayoría de síntomas (picor, escozor e irritación), pero en cada parte del cuerpo afectan de una manera especial.

Infecciones de la piel


La piel es muy sensible, sobre todo al cloro de las piscinas. Un exceso de cloración puede provocar irritaciones, y un nivel bajo de cloro puede propiciar la proliferación de gérmenes, una fuente recurrente de infecciones.

En esta zona del cuerpo se puede producir una infección bacteriana llamada granuloma de las piscinas, que afecta, sobre todo, a codos y rodillas. Suele provocar escozor, picor y enrojecimiento de la dermis y los síntomas pueden aparecer de 2 a 3 semanas tras la infección.

Estos consejos pueden ayudar a reducir el riesgo de infección:

Ducharse antes y después del baño, preferiblemente con agua y jabón.
Secarse bien con una toalla propia, sin compartirla.

Infecciones en los ojos


Cualquier persona debe tener un cuidado especial de sus ojos: el cloro de las piscinas o la sal de la playa pueden provocar irritaciones, enrojecimiento y sequedad. En esta zona, la infección más común es la conjuntivitis, una inflamación en la conjuntiva del ojo que provoca lagrimeo, picor o ardor.

También hay que ir con especial cuidado con las lentes de contacto, si se utilizan habitualmente en el día a día. Los expertos recuerdan la importancia de no bañarse con lentillas, ya que en el agua abundan microorganismos y bacterias que pueden adherirse a las lentes de contacto y propiciar una infección posterior.

Además, las lentillas absorben el agua de manera natural, lo que causa un cambio de forma. Esto puede provocar que se confunda la visión y que sea muy incómodo usarlas.

Para evitar estas infecciones, se pueden seguir estas recomendaciones:

Usar gafas de natación estancas para el agua y para bucear.
No bañarse con las lentes de contacto puestas.
Si, por algún motivo, necesitamos bañarnos con las lentes de contacto, es mejor recurrir a lentes de uso diario desechables junto con gafas protectoras para el agua.
Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de ponernos las lentillas, especialmente si hemos utilizado crema solar, hemos tocado arena o hemos estado en contacto con el cloro de la piscina.

Infecciones del oído


Las infecciones en los oídos se suelen dar por el exceso de humedad de los baños continuos, ya que hay una mayor exposición a microorganismos presentes en el agua. En esta parte del cuerpo, la infección más habitual es la otitis, que causa síntomas como sensación de taponamiento, molestias al masticar o bostezar y picor.

La otitis suele afectar sobre todo a niños, ya que pasan mucho tiempo dentro del agua y tienen el conducto auricular más corto. Es importante recordar la necesidad de acudir al médico especialista en casos de otitis, ya que, si no se trata, el dolor de oídos empeorará y es posible que la infección se extienda.

Para reducir el riesgo de infección, se pueden tener en cuenta los siguientes consejos:

Secarse bien los oídos.
Usar tapones para evitar la entrada de agua en el oído medio e interno.
Reducir el tiempo del baño.
Evitar los bastoncillos, ya que pueden irritar más el oído.

Infecciones en la vagina


En esta zona suelen aparecer infecciones provocadas por bacterias u hongos, y son muy habituales en verano. Los síntomas principales son escozor, cambios en el flujo vaginal, dolor durante las relaciones sexuales o al orinar, irritación y picor.

Hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo de contraer una infección vaginal en la piscina o en la playa. Entre ellos, se encuentran los cambios hormonales (embarazo, pastillas anticonceptivas, menopausia…), la actividad sexual sin protección, el uso de productos como desodorantes vaginales, los lavados vaginales o ciertos medicamentos como antibióticos o esteroides.

Estas recomendaciones pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer posibles enfermedades:

Mantener una higiene íntima adecuada.
Usar bañadores o bikinis de algodón.
Evitar la ropa apretada, ya que hace que se acumule el sudor y la humedad.
Es fundamental secar bien las partes genitales para evitar la humedad y evitar estar mucho tiempo con bañadores mojados, ya que propicia la aparición de hongos.

Infecciones en el pie


La infección más común es el pie de atleta, una infección causada por hongos que produce picor en el cuerpo y malestar. También pueden aparecer papilomas en los pies. La principal causa de estas afecciones se suele encontrar en los suelos y vestuarios de las piscinas públicas. Al caminar descalzo sobre superficies mojadas compartidas, hay un mayor riesgo de contraer infecciones por hongos. [8]

Para evitar posibles infecciones, se puede tener en cuenta los siguientes consejos:

Caminar con chanclas en vestuarios públicos y duchas.
Secarse bien los pies después del baño, sobre todo entre los dedos.

Noticia al Día/Tvfarmaciaes

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