"Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras observa su comportamiento".
Alberto Einstein
¡¡Quitamos de aquí, ponemos pa’ allá, movemos esto, agregamos más sustancia, agitamos la mezcla, vacíamos el tubo de ensayo, usamos la pipeta, subimos la mecha y el resultado tendrá que dársenos. Si no sale es que volvimos a equivocarnos, pero seguimos insistiendo!!. En mi imaginario en el laboratorio de química, cuando estudié en el liceo Rafael María Baralt de Maracaibo, eso pasábamos durante horas tratando de despejar algún problema a través del método del "ensayo y error" que nos indicaba el recordado profesor Carlos Fuentes.
En la realidad política, extrapolando en el tiempo lo que era probable y natural que sucediera en un laboratorio de química, usando la herramienta del ensayo y error –método de resolución de problemas que consiste en probar distintas alternativas hasta encontrar una solución– termina por convertirnos a los venezolanos de tiempo en tiempo en una especie de "conejillos de India", susceptibles de ser carnada de experimento en el momento de elecciones.
El capricho, arranque o desvarío de alguien que impone su criterio, contra cualquier disidencia, seguro de ser estigmatizada de traidor, alacrán o aliado del gobierno, muy poco le importa que su pensamiento único sea equivocado, inseguro o infalible. Además, los venezolanos tenemos en el recuerdo que nunca admiten el error ni piden disculpas a la gente. Pasar la página, eso que hoy critican a otros, no es válido cuando en grupo o individualmente han decidido sin preguntar si estamos o no de acuerdo.
La actual coyuntura donde el debate político divide a los venezolanos, entre quienes creen que no hay que votar en las elecciones del 27A y quienes pensamos que es un error, sobre la base del descarado irrespeto a los resultados de las presidenciales del 28J, es sin lugar a dudas, una razón de peso, que, sin embargo, la imposición a trocha y mocha de un argumento personal sarcástico del "échenle bolas" no tiene lógica ni sentido, porque cada voto no emitido a quien alegra y beneficia sólo es al adversario de siempre.
María Corina Machado pisa la concha y rueda al piso adonde arrastra a todo un país a la misma desgracia de una discusión que por años nos divide y nos lleva a chocar siempre contra la misma pared de los lamentos, después que llama a no votar "contra el régimen", cuando el 28J votar si convenía ¿a quién?. Su audición selectiva en el discurso que es lo que "la gente quiere oír" encierra la trampa en la que siempre los venezolanos caemos al abismo de la abstención.
La prevalencia de una dirigente que confronta, que es valiente o que significa una piedrita en el zapato del gobierno y/o de quienes la contradigan, nadie lo desconoce, pero diferenciarse no significa que nos quedemos estoicos camino a inhumarnos como le tocó a los judíos en época del nazismo. Hay una realidad social que a todos nos golpea. No es a través del castigo, venganza, desquite o revanchismo lo que nos llevará a una salida por el bien del país.
El presente "ensayo y error" electoral cercano a sólo semanas del 27A es otro episodio que podría ser convertido, por una escasez de sindéresis de MCM, en otro ingrediente de una cadena de fracasos de procesos, cuando después a los venezolanos nunca se nos ha dado una explicación sobre la ventaja, ganancia, avance o beneficio que significa no votar, ejerciendo un derecho intransferible e inalienable de nuestra tradición de país que sabe el valor del voto a pesar del ventajismo oficial.
Ella no sólo ha sido la única responsable de llamar a la abstención sino que otros cómplices de esa mala estrategia en el pasado, desde el 2005, nos ha
dejado el trofeo de tener hoy la más alta tasa de inmigración en el mundo. Sergio Bitar, analista chileno, exilado en Venezuela durante la década del ’70, considera que la oposición no debe desechar la ruta electoral para enfrentarse a Nicolás Maduro y lograr consolidar el triunfo obtenido el pasado 28 de julio en la elección presidencial.
“El camino de la oposición debe seguir por las elecciones, no por la abstención ni la auto supresión. En Venezuela ya hemos visto escenarios de abstención, los cuales no han dejado nada bueno", afirma.
Considerando esa apreciación del analista agrego que cuando otros piensan, deciden y justifican no votar repitiendo el mismo error, es porque creen que la política sólo la entienden que es una responsabilidad dictada desde Caracas, donde una "galería de líderes" resuelven, disponen y determinan el destino de la gente del interior del país.
El 21 de noviembre del 2021 en otras elecciones regionales de gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos y concejalías, caracterizadas por ventajismo, abuso oficial y con mayoría de miembros en el CNE, la gente de Nueva Esparta, Cojedes, Zulia y Barinas, posteriormente, en enero de 2022, derribó el mito que el chavismo no es derrotable. Esa vez María Corina Machado no movió un dedo en favor de esos triunfos.
¿A la población de esas entidades de la provincia venezolana le han pedido opinión para no participar en el actual escenario electoral del 27A?. No lo creo. Esos gobernantes opositores electos en aquella oportunidad estoy seguro que en medio del cerco económico que sufren, pueden rendir mejores cuentas en relación con lo existente antes de llegar a sus cargos. Eso la gente lo sabe.
El Zulia, por ejemplo, del que pasando sus fronteras muchos por desconocimiento o fines políticos malsanos, cargados de desinformación, arremeten en la redes sociales contra el gobernador Manuel Rosales Guerrero, no averiguan, indagan ni saben que piensa hoy el ciudadano de a pie acerca de lo que existía antes y lo logrado hasta ahora. La gente no va a dejar de defender la obra física y programas sociales que mejoran sus condiciones.
Estoy seguro que a la gente del estado Zulia, militante, afiliada o no a organizaciones políticas, jamás se atreverían a preguntarle si su deseo libre, –sin que nadie en Caracas imponga o decida en su nombre– es que lo mejor es abstenerse y entregar a la región como sucedió en 2017, cuando Juan Pablo Guanipa ganó, no cobró y entregó la gobernabilidad al chavismo. Un tema con consecuencias desgarradoras del que poco se sabe en el resto del país.
En fin, el ensayo y error de "votar o no votar" que encierra un largo camino de equivocaciones y desaciertos comienza en 2005, cuando la AN volvió a quedar en manos del gobierno. Fue una mala idea de la dirigencia de los partidos políticos, aún cuando algunos en privado han admitido su desacuerdo.
Ello ha permitido al gobierno secuestrar los resultados pero no la esperanza de la gente. El 28J así lo demostramos, pero ahora el 27A la "estrategia" dice que es distinto. Si no despertamos de la ceguera, obsesión, terquedad y el revanchismo es muy probable que seguirá durante años dándosele la razón al adversario. ¡Amanecerá y Veremos!
José Aranguibel Carrasco
CNP-5.003
Caricatura: Feyo