En una de las calles principales del centro de Maracaibo, por donde hasta hace tiempo había un gran movimiento por el funcionamiento del Comando de Policía del Estado Zulia y ahora es una vía de poco transitar, sobre todo en las tardes y noches oscuras. Es por aquí donde está la pequeña sastrería de Ramón Jaraba, que todos conocen como la de la calle Comercio.
Inclinado sobre una mesa de madera lisa, afanado con su vetusta máquina de coser, encontramos a uno de los últimos sastres que quedan en el casco central de Maracaibo, un colombiano que decidió hace 47 años establecer su sastrería y comenzó fabricando uniformes para los funcionarios de la policía del Estado. Con el tiempo y su buen trabajo, hizo trajes (flux), pantalones, camisas, chalecos para muchos clientes que incluyen el afamado artista Pastor López, el guarachero Argenis Carruyo y políticos, incluyendo exgobernadores y alcaldes.
De poco hablar, con sus manos inquietas frente a la máquina y los trajes de caballero de todos los colores y tallas que se exhiben en viejas vitrinas y estantes que están para la entrega, conversó con Noticia al Día sobre el esfuerzo que realiza para mantenerse en el trabajo desde hace tanto tiempo por la crisis económica que nos ha tocado a todos.
Entrando a los 57 años contó que nació en Colombia y se enamoró de la capital del Zulia, donde estableció su negocio de sastrería detrás del Teatro Baralt.
“Había mucha clientela porque la gente que laboraba en las oficinas de los poderes públicos, incluyendo la gobernación, CLEZ y alcaldía, andaban siempre de punta y blanco”. A los policías le fabricábamos los uniformes que muchos decían que eran de “etiqueta”, dijo Jaraba sonriendo.
Hoy en día la clientela en general ha disminuido considerablemente, ya que los precios de las telas y la “hechura” o precio de mano de obra, aumenta cada vez más, y ha quedado reservado el andar en etiqueta para determinada persona y no la mayoría como antes.
El sastre, que tiene una familia con tres hijos, está consciente de que la capacidad de compra de la mayoría de los zulianos es cada vez menor. “Unos años atrás se tomaban los pedidos hasta septiembre y de ahí en adelante los meses solo eran para fabricar o corregir los pedidos”.
En otros tiempos los clientes mandaban hacer de 4 a 12 pantalones para pasar las fiestas navideñas, ahora solo tengo pedidos de dos, tres y hasta el mismo día 24 llegan solicitudes que se les haga una camisa o un pantalón para celebrar el año nuevo el 31.
Artistas, gobernadores y alcaldes de etiqueta
Consultamos al sastre si algunas personas de renombre han solicitado sus servicios y recordó que para algunas fiestas de Navidad el reconocido artista, Pastor López, ha vestido de etiqueta de su sastrería, así mismo Argenis Carruyo, gaiteros de Pillopo, igual que gobernadores como Oswaldo Álvarez Paz, Pablo Pérez y el alcalde Willy Casanova.
Han sido buenos clientes y han quedado complacidos con los trabajos que se le han realizado. Comentó.
Los precios de hoy
Para un sastre un traje sigue siendo una pieza esencial en el clóset de todo hombre, siempre se está a moda según el corte y los colores, sin que falten el negro y el gris.
Hay que tener en cuenta que ni el más caro va a durar toda la vida y que existen detalles que indican que es hora de cambiarlo. Todo a la moda para los que les gusta vestir bien, andar "emperifollao" y lucir una gabardina con los cortes actuales.
Atendiendo a esta recomendación, el cliente cancela el precio justo por determinada pieza: Un traje normal $140, un esmoquin $ 170, pantalón de vestir $ 35, camisa manga larga $ 30, guayabera $80.
En lo que respecta a los llamados trabajos menores de costura: meterle de ancho a pantalón $ 5, colocar cierre $ 5, ajustar chaleco $ 5, un conjunto $ 18.
Noticia al Día