-El cepillao es tan nuestro como cualquiera de los patrimonios zulianos. No importa que en otras regiones del país haya algo parecido, con otro nombre; el nuestro “no pierde con ninguno”. Tenemos establecimientos de tradición, como El Cangurito, con más de cuatro décadas deleitando paladares y apaciguando el calor de los marabinos.
Hasta el local ubicado en la avenida 13 del sector Belloso llegó el equipo de Noticia al Día, para conversar con Jorge Luzardo, quien con la gentileza que lo caracteriza accedió a relatar sobre la historia de su negocio.
De niño era muy inquieto y brincón, de allí que lo apodaran el Cangurito y así quedó para siempre. Conoció a temprana edad al popular Jesús Ríos, decano de los cepillados en Maracaibo, pero quien lo inspiró a elaborarlos, fue un vecino llamado Asdrúbal, bastante anciano, quien también los vendía.
Desde que Jorge tenía 12 años visitaba “al viejito” para colaborar con las faenas y algunos mandados. “Yo lo ayudaba, porque no podía con las olletas, para pelar las frutas, en lo que necesitara”, nos cuenta. Cuando los años ya pesaban demasiado, el vecino decidió retirarse y le pidió ayuda para vender las cavas.
Es así como el Cangurito decidió comprárselas, sin saber que con los equipos vendría un regalo: el cuaderno con las recetas de los cepillados, escritas del puño y letra del señor Asdrúbal. “Aquí pongo tu porvenir”, le dijo.
Cepillados y dulces, el éxito de El Cangurito
El hogar de la familia Luzardo se convirtió, entonces, en fábrica y venta de los tradicionales cepillados, gracias a los cuales Jorge levantó a su familia, junto a Ada Cira, su esposa, quien además es una experta en la preparación de dulces tradicionales, que también se comenzaron a ofrecer con gran aceptación en el establecimiento.
Las fórmulas del señor Asdrúbal fueron mejoradas, potenciadas por Jorge; incorporó nuevos sabores, atendiendo los gustos de la clientela y las tendencias. El éxito fue tal que durante una época llegó a vender dos mil cepillados diarios.
Entre los sabores ofrecidos en El Cangurito encontramos crema reina, crema pistacho, Corn Flakes, Toddy con Óreo, Kolita Kolita, ron pasa, Baty Baty, níspero, parchita, guanábana, zapote, piña, tamarindo, siempre con los mejores productos, frutas frescas y “sin negarle nada”. A diferencia de otros cepillados con hielo raspado, acá la mezcla se coloca en los vasos y se lleva al congelador.
Entre los dulces más solicitados se encuentran el arroz con leche, lechosa con piña, hicaco y leche cortada, los cuales actualmente no se están produciendo, pero que volverán en breve con todo su delicioso sabor.
Durante los cuarenta y dos años de existencia de cepillados El Cangurito, ha habido momentos de crisis, pero el señor Jorge y su esposa han sabido sortearlos con perseverancia, apoyo de amigos y mucha fe en Dios.
Actualmente, cuentan con una sede remozada, junto a su viejo local, para una mejor atención a la clientela. Debido a la situación económica, las ventas han bajado a unos 50 cepillados al día, nada comparable con las glorias pasadas; sin embargo, Luzardo entiende los tiempos y sigue al frente de su negocio, sin desmayar.
“Estoy agradecido”, afirma sonriente don Jorge, el Cangurito.
Lee también: Vamos pa’ El Trucupey: los famosos espaguetis maracuchos que siguen dando la talla
F Reyes
Fotos / Videos: Xiomara Solano
Edición: Isidro López
Noticia al Día