La Universidad Azad de Teherán desmintió este sábado que la estudiante que se quitó la ropa en el recinto universitario haya sido agredida por no llevar el velo islámico, y señaló que la joven sufre de “trastorno mental”.
“Las investigaciones muestran que debido a su trastorno mental, comenzó a filmar a sus compañeros y a su profesor, quienes se opusieron”, indicó en X el director de relaciones públicas de la unidad de Ciencia e Investigación de la Universidad Azad de Teherán, Amir Mahjob.
El funcionario dijo que después de ser advertido por los estudiantes y la seguridad de la universidad, la joven se trasladó rápidamente al patio y se quitó la ropa.
Así reaccionó Mahjob al vídeo que se hizo viral este sábado en las redes sociales de una estudiante que pasea por el recinto universitario en ropa interior, supuestamente en protesta por la agresión sufrida por el personal de seguridad debido a que no llevaba puesto el velo islámico.
Medios iraníes, como la agencia Fars y el diario Hamshahri también informaron en un principio de que la joven se desprendió de sus prendas por el tema de hiyab.
“Contrariamente a los rumores y fantasías virtuales, no hubo ningún enfrentamiento entre la seguridad y esta estudiante”, aseguró Mahjob.
Según las informaciones, la estudiante fue metida a la fuerza a un vehículo de las fuerzas de seguridad y trasladada a un paradero desconocido, algo que también ha negado el director de relaciones públicas de la universidad.
Mahjob detalló que tras numerosas llamadas de atención por parte de la seguridad, la joven desistió a ponerse la ropa, por lo que fue llevada a la comisaria policial.
“Después del acto indecente de una de las estudiantes, la seguridad de la universidad intervino y la entregó a la comisaría. Se están investigando las razones de la acción de la estudiante”, concluyó el funcionario.
Las autoridades iraníes llevan dos años tratando de reimponer el hiyab con castigos como la confiscación de vehículos o el regreso a las calles de la Policía de la moral, que detiene a mujeres que no llevan velo.
A pesar de ello, muchas iraníes continúan sin cubrirse el cabello como gesto de desobediencia y desafío ante la República Islámica, tras la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia policial, tras ser detenida por no llevar bien puesto supuestamente su velo.
A finales de septiembre, el Consejo de los Guardianes -órgano que veta la legislación- dio su visto bueno a un proyecto de ley sobre la castidad y el hiyab, que endurece los castigos por no utilizar el velo, con hasta cinco años de cárcel.
El Parlamento ya había aprobado la norma, que ahora debe ser promulgada por el presidente iraní, el reformista Masud Pezeshkian, que durante la campaña electoral prometió que flexibilizaría el estricto código de vestimenta del país, algo que no ha sucedido. EFE