La gran mayoría de las personas que habitamos en este mundo sentimos, en mayor o menor medida, aversión, miedo o repugnancia por determinadas situaciones o experiencias que nos han quedado grabadas en la memoria y a lo largo de nuestra vida tratamos en lo posible de evitar encontrarnos con ellas de frente.
Se trata de reacciones, comportamientos o conductas que nos obligan consciente o inconscientemente a rechazar eventos que no deseamos que se presenten. Llámense como se llamen, estas reacciones adversas se instalan casi de manera espontánea en el interior de nuestro pensamiento y se quedan metidas en nuestras vidas sin que sepamos a veces por qué.
Nos referimos a las fobias, ese fenómeno que forma parte de la personalidad humana y que nos acompaña en nuestras vidas haciendo las veces de arma defensiva para combatir los miedos ocultos y la animadversión hacia determinadas cosas animadas o inanimadas, así como a determinadas situaciones particulares que nos producen temor o inquina.
“La fobia es una forma concreta de ansiedad, vinculada a unos estímulos específicos que estaría incluida dentro de los llamados trastornos de ansiedad", afirma el siquiatra Calles Paz. Según este especialista, existe una multitud de tipos de fe vías de las cuales sólo algunas están tipificadas por su mayor incidencia en la población. "Generalmente -asegura- la gente suele hablar de dos tipos: la agorafobia y la claustrofobia. Sin embargo, existen otras como la aracnofobia, por ejemplo, que es un miedo incontrolado hacia las arañas".
"Hay otras más extrañas para el común de la gente, como la eisoptrofobia, que es el temor a verse reflejado en los espejos, y la coulrofobia, que es cuando una persona siente pánica por los payasos", agrega Solano Calles Paz.
La claustrofobia, que es una de las más conocidas, consiste en un miedo patológico a entrar en espacios muy reducidos. Este tipo de fobia puede causar muchos problemas, porque quien suele padecerla no pueden utilizar los ascensores, vagones de metro, aviones, cines o teatros. Si se quedan encerrados en una habitación pequeña pueden desarrollar una crisis de ansiedad, lo cual es bastante más problemático para el paciente.
La agorafobia es otra de las más conocidas y se caracteriza por la aparición de síntomas de ansiedad en lugares donde escapar o encontrar ayuda puede resultar difícil. Suele ocurrir al estar sólo o en lugares desconocidos, al cruzar calles o utilizar transportes públicos. "La agorafobia es un tipo de fobia problemática -sentencia Calles Paz- pues generalmente da lugar a comportamientos de evitación que, a la larga, conducen a un deterioro laboral o familiar pues la persona que lo padece poco a poco va evitando situaciones cotidianas como realizar viajes de trabajo, ir de compras al supermercado, llevar a los niños al colegio, incluso visitar al médico para una eventual consulta
De acuerdo con el mencionado siquiatra, hasta ahora es harto difícil podría explicar con precisión el porqué de las fobias. Considera en este mismo sentido que ni la teoría del aprendizaje, ni ninguna otra teoría, puede hasta la fecha explicar por completo su origen. "Hay preguntas todavía sin respuesta – advierte – como, por ejemplo: ¿por qué se desarrolla con más facilidad la fobia a las serpientes, a las arañas o a la obscuridad, que a un color o a las flores? ¿Estamos predispuestos a padecer fobias a determinados objetos y no a otros? ¿O quizás aprendemos a desarrollar estas fobias observando a otras personas que las padecen?"
Algunos investigadores creen que las fobias están implicadas en una pequeña región del cerebro llamada centro de control del miedo. Existen dos líneas fundamentales de investigación: una centrada en buscar en las bases bioquímicas de la fobia social, y otra que busca en la influencia del ambiente. Por otro lado, existen diversas teorías que intentan explicar las causas de las fobias y coinciden en señalar en que las fobias son el producto de la asociación producida por el condicionamiento clásico.
La discusión sobre las causas de las fobias está por tanto sin resolver; sin embargo, su tratamiento, afortunadamente parece estar más claro y hay más acuerdo en este sentido, lo cual sin duda resulta tranquilizador.
ALGUNA CELEBRIDADES QUE HAN CONFESADO SUS FOBIAS
Keene Reeves. Fobia a la oscuridad.
David Radcliffe (Harry Portter) Fobia a los payasos.
Johnny Deep. Fobia a las alturas. Acrofobia.
Penélope Cruz. Fobia a volar. Aerofobia.
Brad Pitt. Fobia a los tiburones (Selacofobia)
Woody Allen (Siente fobia a los insectos, perros, multitudes, claustrofobia, colores brillantes y habitaciones estrechas.
Jennifer Aniston (Miedo a volar)
Scarlett Johansson (Miedo a las cucarachas)