Menos de 24 horas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, abandonara la carrera a la presidencia y nominara a su vicepresidenta, Kamala Harris, la política demócrata cuenta con más de medio millar de apoyos de delegados, de los 1.986 que necesita para conseguir la nominación.
Según un recuento elaborado por el diario The Hill, Harris ha logrado el sí de al menos 531 delegados, quienes han confirmado que votarán por ella en la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará en Chicago del 19 al 22 de agosto.
Tras unas duras semanas con cuestionamientos sobre la idoneidad de su candidatura por su avanzada edad, el presidente Joe Biden decidió ayer domingo abandonar la carrera a la reelección "por el interés" del Partido Demócrata y de Estados Unidos, y ofreció su apoyo a Harris de cara a las elecciones del 5 de noviembre.
Harris agradeció el apoyo y aceptó el reto de iniciar la campaña para convertirse en la candidata demócrata: "Me siento honrado de contar con el respaldo del Presidente y mi intención es ganar esta nominación", afirmó en una carta.
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Desde entonces, numerosas figuras políticas del partido le han mostrado su apoyo. Según un recuento del diario Washington Post, entre los 263 senadores y legisladores demócratas y 23 gobernadores, un total de 179 han apoyado a Harris, frente a 107 que no lo han hecho por el momento.
Cerca de 4.000 delegados se reunirán en la Convención, a la que Biden iba a llegar con más de 3.800 de esos delegados, después de los diferentes procesos de primarias y caucus que se han celebrado en los últimos meses.
Según las reglas del Comité Nacional Demócrata, un candidato debe recibir el apoyo de al menos 300 delegados para aparecer en la papeleta electoral de la convención, y una vez allí lograr 1.986 votos para ser el candidato elegido para enfrentarse a Donald Trump (2017-2021).
Durante la jornada del domingo, los delegados de varios estados se reunieron telemáticamente. Tennessee fue el primer estado en comprometer a todos sus delegados a Harris, y después hicieron lo propio Carolina del Sur, Carolina del Norte, New Hampshire y Florida.
La jornada del domingo fue un día intenso para Harris, quien tuvo varias conversaciones telefónicas con el presidente antes de su anuncio de que no buscaría la reelección y que, en cambio, la respaldaría.
Según una fuente cercana a la vicepresidenta, la política demócrata pasó más de 10 horas haciendo llamadas a más de 100 líderes de partidos, miembros del Congreso, gobernadores, líderes sindicales y líderes de organizaciones de defensa y derechos civiles.
"En cada una de esas llamadas la vicepresidenta dejó en claro que estaba extremadamente agradecida por el respaldo del presidente, pero que planea trabajar duro para ganarse la nominación demócrata por derecho propio", apuntó dicha fuente.
Harris pasó el día vestida con ropa de deporte, con su sudadera de la Universidad de Howard, y entre tanta llamada organizó el almuerzo y la cena para los asistentes, familiares y personal de su residencia, un menú que consistió en ensalada y sándwiches para el almuerzo y pizza y ensalada para la cena. La pizza de la vicepresidenta, reveló dicha fuente, llevaba anchoas, su aderezo favorito.
EFE