-A la final un traje sigue siendo una pieza esencial en el clóset de todo hombre, siempre la moda lo exige. Así pasa con toda la ropa, sabemos que se va a deteriorar y que hay que buscar otro, porque ya hay señales que indican que es hora de despedirse de el, pero en estos tiempos se ha hecho difícil mandárselos hacer a la medida como en aquellos momentos cuando los abuelos acudían a buscar la talla perfecta y ponerse el mejor de la época.
Hay que tener en cuenta que ni el más caro va a durar toda la vida y que existen detalles que indican que es hora de cambiarlo. Todo a la moda para los que les gusta vestir bien, andar "emperifollao" y lucir una gabardina con los cortes actuales conservando la elegancia de un buen casimir hecho a la medida.
Sabemos que un excelente traje puede durar muchos años y llevarnos a todas las fiestas, agasajos, bodas, graduaciones y eventos importantes sin que nadie se dé cuenta de que es el mismo (siempre y cuando cambies los accesorios, zapatos y camisas), pero también es una realidad que está hecho de tela y que ese material tiene un tiempo de vida y se desgasta.
Los sastres coinciden en que los hombres promedio compran un nuevo traje de tres a cinco años, esto porque adquieren calidad y representa una inversión.
El reconocido sastre Marcelo Carranza, que tiene su taller heredado de su padre desde hace 47 años, a pocos metros de la gobernación del Zulia y el teatro Baralt, considera que está permitido el estar a la moda sin distingo de edad.
Asegura que nadie en la actualidad por la crisis económica que se vive, manda a hacer un traje nuevo todo el tiempo por el alto costo y prefiere que le reparan o reformen un flux, chaquetas, pantalones que heredan de sus familiares, fabricados en "aquellos tiempos"con telas que hoy en día son difícil de encontrar y que importarlas resultan costosas.
Pero ¿por qué hay que hacerlo? se pregunta el sastre e inmediatamente se responde que se debe a que las tendencias cambian con el tiempo, los gustos evolucionan, el peso del cliente es importante porque puede subir o bajar, lo que hace que un traje en especial ya no sea la mejor opción.
Otra razón es el tema del material. Los mejores diseños son creados para durar, pero su uso eventualmente se va a notar y se puede ver reflejado en brillos que no deberían estar en costuras que ya no se ven tan bien o incluso en secciones que empiezan a romperse.
Marcelo es uno de los sastres más reconocidos en Maracaibo que tiene una clientela que va desde funcionarios públicos, gobernadores, alcaldes, directores de institutos hasta artistas locales, integrantes de orquestas que lucen en sus prestaciones algunas piezas que han pasado por su taller, hasta dirigentes gubernamentales que lucen impecable en sus despachos a un costo accesible y lucen colores,modelos y talla a la moda.
Remodélame esta chivita
Así como Marcelo otros sastres de Maracaibo se han dedicado a "reparar" y "reacomodar" como dicen, trajes heredados de sus abuelos, padres, tíos. Los jóvenes marabinos los llaman "chivitas" y van a la sastrería para aprovechar las telas que son de buena calidad en los tonos de moda, lisos, a raya, cuadros, etc, que se adaptan a las exigencias de hoy.
Ciro Mendoza, dice que no es sastre sino costurero y le preguntamos cuales son las principales exigencias del hombre moderno de hoy y dijo: "vienen con un flux usado para aprovechar la tela, piden que se los cortemos a determinada altura, que se lo dejemos con un solo botón, la abertura de atrás cerrada, las solapas más pequeñas, en fin, un traje de moda en tela usada y ha emperifollarse se ha dicho, que pa luego es tarde.
Javier Sánchez
