Lourdes Armas, una destacada dibujante y pintora venezolana, dejó una huella significativa en el mundo del arte. Permíteme compartir algunos aspectos relevantes de su vida y contribuciones:
Formación y carrera artística:
Nació el 11 de diciembre de 1928 en Cumaná, estado Sucre, Venezuela.
Realizó estudios en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas.
Durante los años ’40 trabajó como dibujante técnico en la Cartografía Nacional y en el Ministerio de Fomento.
Participó activamente en el Taller Libre de Arte entre 1948 y 1952.
Comenzó como ilustradora en revistas y cuentos infantiles, colaborando con publicaciones como El Farol y El Morrocoy Azul.
Exposiciones y obras:
En 1950 participó en el XI Salón Oficial con tres acuarelas: El gallo, La boa y Macuto.
En 1951 formó parte del IX Salón Arturo Michelena con la obra El caponcito.
Su trabajo artístico reflejó el carácter religioso y las tradiciones populares, con escenas urbanas que incluían iglesias y procesiones de Semana Santa o Carnaval.
En los años ’60 se estableció en Maracaibo, donde su obra evolucionó hacia colores brillantes y escenas más íntimas, especialmente centradas en el tema de la mujer.
Durante esta época, los gallos y los pájaros fueron un tema constante en su obra, representados como creaciones fantásticas llenas de colores, arabescos y líneas curvas. Experimentó con nuevas formas de expresión, como los tapices guajiros realizados por artesanos del estado Zulia. El legado artístico de Lourdes Armas sigue inspirando a generaciones posteriores en Venezuela.
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