Luchamos contra demonios. Moisés Nahim en su nuevo libro Lo que nos está pasando pone de bulto un dato alarmante: "cada 40 segundos alguien se suicida". Los factores que llevan a atentar contra la vida propia son muchos, pero los mas comunes son la tristeza y la depresión. Podrían venir juntas, sin embargo, se puede tener depresión sin estar triste y lo contrario también.
El poema de Juan de Dios Peza Reír llorando (Garrik) es aleccionador:
Viendo a Garrik -actor de la Inglaterra-
el pueblo al aplaudirlo le decía:
"Eres el más gracioso de la tierra
y el más feliz…"
Y el cómico reía.
Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
"Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.
"Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte".
-Viajad y os distraeréis.
– ¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad.
-¡Tanto he leído!
-Que os ame una mujer.
-¡Si soy amado!
-¡Un título adquirid!
-¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá?
-Tengo riquezas
-¿De lisonjas gustáis?
-¡Tantas escucho!
-¿Qué tenéis de familia?
-Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?
-Mucho… mucho…
-De vuestra vida actual, ¿tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.
-Me deja -agrega el médico- perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.
-¿A Garrik?
-Sí, a Garrik… La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquel que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.
-¿Y a mí, me hará reír?
-¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas… ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo- no me curo;
¡Yo soy Garrik!… Cambiadme la receta.
Consultamos a la IA Bing sobre el tema y esto señala:
La tristeza es una emoción compleja que puede surgir por diversas razones. Permíteme explorar algunas de las causas comunes de la tristeza:
Expectativas no cumplidas: A menudo, nos entristecemos cuando nuestras expectativas no se cumplen. Por ejemplo, si esperábamos que alguien actuara de cierta manera y esa persona nos decepciona, experimentamos tristeza.
Idealización y proyección: A veces, no vemos a las personas tal como son, sino como queremos que sean. Idealizamos y proyectamos nuestras propias expectativas en ellas. Cuando la realidad no coincide con nuestra fantasía, nos sentimos decepcionados y tristes.
Rupturas de confianza: Las traiciones, mentiras o daños causados por personas en las que confiábamos pueden generar tristeza. Sin embargo, es importante no generalizar estas experiencias pasadas y cerrarnos a futuras relaciones por miedo a la decepción.
Factores sobrenaturales: En un contexto religioso, algunos creen que la tristeza surge porque la vida terrenal no se desarrolla como esperaban. Sin embargo, cuando el alma vive una realidad sobrenatural de filiación divina, la tristeza puede transformarse. En resumen, la tristeza puede ser una respuesta natural a situaciones difíciles o a la discrepancia entre nuestras expectativas y la realidad. Aprender a manejar nuestras emociones y aceptar la imperfección de las personas puede ayudarnos a superar las decepciones y encontrar un equilibrio emocional.