Miércoles 27 de noviembre de 2024
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Día de las Madres y la invitación de un maracucho: ¡ Arranca, todos pa’ que mamá!

-Es domingo 12 de mayo, la familia se alista para ir a casa de la madre a pasar su día…

Día de las Madres y la invitación de un maracucho: ¡ Arranca, todos pa’ que mamá!
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-Es domingo 12 de mayo, la familia se alista para ir a casa de la madre a pasar su día junto al resto de los hermanos con sus hijos que disfrutarán el momento con su abuela. En las primeras horas se escucha, "bendición mami", "bendición mami", desde el portón de entrada, donde los espera la señora bien vestida con sus estrenos y peinado de peluquería que le ofreció su hija mayor para que luciera el mejor aspecto para la cantidad de fotos que todos los años se toma con sus hijos y nietos el Día de la Madre.

Conversamos con Maikelis González del sector Amparo en Maracaibo y nos dijo que su familia desfila por su casa todos los años desde las ocho de la mañana y prácticamente se mudan de su residencia porque cargan con todo, desde cajas de cerveza, cavas, hielo, envases repletos de comida para preparar pasapalos, las chucherías de los niños, otros con la yuca, la carne, los chorizos, los carbones para la parrilla y la costilla de res con el recao de olla para el hervido, la harina pan para la arepas y las verduras de la ensalada.

El regalito que hoy le llevo a mamá. Foto: Will Marval

Desde tempranito del domingo bajan de la camioneta hamacas, colchonetas hasta televisores, ventiladores recargables, piscina inflable para los muchachos, el bingo, las cartas para jugar, el dominó y las bolas criollas. Se vienen a pasar el Día con su madre para celebrar su 12 de mayo.

¡ Mamá mira lo que te traje, mira lo que te compré!

Adultos y niños, cada uno llega con un regalo para sus madres y abuelas que van desde “vestiditos” para la casa, zarcillos, collares, rosarios, hasta juegos de olla, ventiladores, sandalias, porta retratos con fotos de sus nietos o sobrinos, juegos de pañitos de cocina y estampas de la Virgen Chinita y José Gregorio Hernández.

Mi abuela se va a sentir feliz con lo que le llevo. Foto: Will Marval

Otros más actualizados llegan con freidoras eléctricas, licuadoras, tosti arepas, TV modernos, tables, celulares de última tecnología y calzados y ropa moderna.

El sancocho ya se montó y comenzaron a llegar pa la reunión. Foto: Will Marval

De pronto se alerta a los visitantes que se vayan acomodando como puedan. Unos cuelgan las hamacas en la sombra de las matas de mango en el patio y los más pequeños con sus padres escogen las pocas habitaciones que se ofrecen. El calor acecha y los ventiladores comienzan a girar en el lugar donde se hace la reunión.

Se prende la fiesta a las 12 del mediodía

Maikelis dice que antes de las 12 del mediodía ya se abre la primera botella de ron y las cajas de cerveza que se metieron a enfriar en un tonel plástico con hielo que se ponen "vestidas de novia" y se comienzan a repartir con el inicio del brindis. "Esta va por vos mamá" , "esta por vos tía", y "esta por vos abuela", son los primeros ofrecimiento dejando sonar las botellas.

No pasa mucho tiempo, cuando se alerta que se están acabando y pasan la "raqueta" y uno que otro de los familiares abre la solicitud: "pone pa dos mas, pone pa dos más, que yo las voy a buscar al depósito en la camioneta".

El sancocho de mamá esta sabroso. Foto: Will Marval

Joaquín, el nieto preferido de "Maike" coloca la corneta en el patio a todo lo que da el volumen con vallenatos, gaitas y las canciones dedicadas a las madres que cantan Néstor Závarce, Raquel Castaño, Simón Díaz, Serenata Guayanesa, Alí Primera y tararean al unísono la de Reynaldo Armas: “Hay un amor en el mundo que tiene todo el valor, no se parece a ninguno y es más puro que una flor, Madre mi mejor amiga, madre mi mejor amor".

La serenata a mamá antes de que comiencen hacer efecto los palos. Foto: Will Marval

Mientras tanto la madre agasajada monta el sancocho y el resto de los platos que lo acompañarán en el almuerzo que se ofrecerá. Sudando a todo lo que da, el peinado desaparece, el vestido nuevo se le ensucia y se pone una licra, se quita los tacones y se calza las cotizas que le regalaron.

El dominó no podía faltar el Día de las Madres. Foto: Will Marval

Ya al mediodía los gritos para calmar a los niños, no se escuchan por el volumen de la música, y retozando por toda la casa destrozando todo lo que consiguen a su paso, entre ellas las maticas recién plantadas en el jardín, se suben en los muebles con los pies repletos de barro, se limpian con las cortinas de la sala y dejan las manos marcadas en las paredes que recién pintaron en diciembre.

Se queja la dueña de la casa de que partieron los vasos de vidrio que le regalaron el año pasado y dejan los baños sucios porque se fue el agua y por si fuera poco, algo le hicieron al televisor porque no "prende" y es un regalo que le envió el hijo que emigró a EEUU. Esto es pa salir corriendo decía la madre agasajada.

Los tragos y su efecto

La fiesta continua mientras no se ablandaba la costilla de res y el sancocho no tenia pa cuando. Los tragos comenzaron hacer efecto y bailaron reguetón, salsa, guaracha, cantando gaitas, vallenatos a todo pulmón y las canciones viejas dedicadas a las madre que hicieron llorar a los presente.

De pronto una discusión entre los jugadores de dominó toma fuerza y uno de los participantes voltea la mesa con golpes que salen a relucir. Mujeres y hombre se ofenden con malas palabras y levantan sillas amenazando con lanzarlas, mientras que la agasajada sale despavorida de la cocina preguntando a todo grito: ¡ Que pasa, que pasa!.

Al ver que uno de los jugadores de dominó bota sangre por la frente de un botellazo que recibió, se desmaya y en ese momento el nieto apaga la música mientras auxilian a su madre. ¡ Que la soplen, que la soplen! decían y de pronto uno advirtió, ¡ Ya revivió, ya revivió!

Gracias a Dios ya volvió en sí, ya volvió en sí “se escucha decir. “Yo me voy, yo voy a recoger mis chécheres y me voy” dijo una de las madres que descolgaba las hamacas. Otra exclamó: “ Se lo dije a mi hijo, prefiero que me compréis un perfume antes de venir pa acá que siempre salen peleando”.

“Es la última vez que vengo, no más”, dijo una de las hijas de la madre agasajada que vació la piscina, recogió las colchonetas, vistió los muchachos y le dijo al esposo que le llamara un taxi. “Siempre me decís que no venís más y pasa lo mismo", le respondió el marido.

"O se van o pego la manguera y los baño a todos" dijo la atribulada madre amenazando a los presente

Los muchachos se burlaron y riéndose a carcajadas y recordaron a su abuela que por la manguera no salía agua porque no llegaba de la calle. Los padres recogieron todo y se terminó el Día de las Madres.
El hervido se abolló, el arroz con pollo también y la parrilla quedó para otro día. “Feliz Día de las madre, mamá”. ¡Bendición!.

Javier Sánchez

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