El 1 de mayo de 1994 falleció en el circuito de Ímola el piloto brasileño Ayrton Senna, leyenda de la F1 y del deporte en general. Este 2024 se cumplen 30 años de aquel fatídico accidente que sacudió el mundo.
El Gran Premio de San Marino de 1994 será siempre recordado como uno de los más trágicos de la historia de la F1, debido a que en esa carrera partió el que para muchos es el mejor piloto de todos los tiempos.
Senna había aceptado el reto de manejar el Willians Renault, después de ganar tres campeonatos mundiales con McLaren, sin embargo, la temporada no comenzó como el brasileño esperaba, con tres abandonos en las dos primeras carreras, en Brasil, y el GP del Pacífico en Japón.
El Gran Premio de Ímola era casi vital para las aspiraciones del brasileño, incómodo con un coche que no era capaz de dominar. Tras la salida, estuvo a punto de vivir otra tragedia tras una colisión al apagarse el semáforo. Salió el coche de seguridad y se retiró en la sexta vuelta. En la séptima, Senna enfilaba Tamburello, curva que quedará para siempre en el recuerdo. El viraje era, y es, aunque ahora con una chicana para reducir la velocidad, de izquierdas, larguísimo y rapidísimo. El Williams del brasileño no giró como debería y se fue derecho al muro.
La velocidad era superior a los 300 km/h y los informes de las posteriores investigaciones concluyeron que Senna impactó contra el muro, casi de frente, a 218 km/h. La rueda delantera derecha se desprendió y golpeó al piloto, mientras que una de las barras de suspensión le atravesó el casco y le ocasionó fracturas en el cráneo con pérdida de masa encefálica. Poco pudieron hacer las asistencias que le practicaron una traqueotomía casi con las cámaras de televisión en directo, ante una audiencia que estaba viendo morir a una leyenda que luego lo sería más.
El piloto fue trasladado al hospital de Bolonia, donde permaneció en coma inducido hasta que pocas horas después se anunció su fallecimiento. La carrera la ganó Schumacher, pero eso ya daba igual. Senna permanece desde entonces en la memoria colectiva y queda para siempre su recuerdo en Tamburello. Allí, en el contiguo parque de Acque Minerali, se levantó un monumento en homenaje al brasileño, lugar de peregrinación de los aficionados a la F1 y a los deportes del motor.
Senna pasó por Toleman, Lotus, McLaren y Williams, entre 1984 y 1994, fue campeón mundial en 1988, 1990 y 1991, subcampeón en 1989 y 1993, tercero en 1987 y cuarto en 1985, 1986 y 1992, acumulando en total 41 victorias (seis de ellas en el Gran Premio de Mónaco, récord para el evento), 80 podios y 65 pole positions en tan solo 162 clasificaciones, con una efectividad de más de 40 por ciento.
Un día como hoy partió el gran Ayrton Senna, pero su legado vivirá por siempre, no solo para esas personas que tuvieron la dicha de verlo correr, sino para todos los que aman este deporte. El brasileño estará en los corazones para la eternidad.
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Noticia al Día
30 años sin su magia. Y no le queríamos recordar de otra manera.
Ayrton Senna y una vuelta a Mónaco ❤️pic.twitter.com/Fxi1Nb10WS