Lunes 18 de noviembre de 2024
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Papa Francisco lavó y besó los pies de 12 presas durante la misa del Jueves Santo en Roma

El Papa Francisco lavó y besó los pies de 12 presidiarias en un ritual tradicional, marcando el inicio de los…

Papa Francisco lavó y besó los pies de 12 presas durante la misa del Jueves Santo en Roma
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El Papa Francisco lavó y besó los pies de 12 presidiarias en un ritual tradicional, marcando el inicio de los actos previos a la Pascua.

Esta ceremonia tuvo lugar en la prisión romana de Rebibbia, en las afueras de Roma, donde decenas de reclusas, guardias, capellanes y funcionarios se congregaron en una zona al aire libre para presenciar una misa de Jueves Santo.

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Desde su silla de ruedas, Francisco realizó el gesto de humildad lavando y besando el pie derecho de las 12 mujeres sentadas en una grada. Este acto conmemora el ejemplo de Jesús durante la Última Cena, la noche antes de su crucifixión, cuando lavó los pies de sus apóstoles.

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La mayoría de las presidiarias eran extranjeras entre las aproximadamente 370 internas de la sección femenina de la prisión. Algunas de ellas se conmovieron hasta las lágrimas durante el ritual.

Bergoglio es el primer Papa en celebrar esta ceremonia fuera de los templos, optando por hacerlo en lugares como prisiones, residencias de ancianos u hospicios, continuando una práctica que había iniciado cuando era arzobispo de Buenos Aires. Además, es el primero en incluir a mujeres, ateos, musulmanes y otros no cristianos en el servicio, rompiendo así con la tradición de que solo participaran hombres, generalmente sacerdotes.

La breve homilía improvisada durante la ceremonia se centró en el tema del servicio a los demás, destacando que cada individuo tiene su propia historia y que Dios siempre está dispuesto a perdonar.

A pesar de haber ofrecido menos discursos recientemente debido al cansancio provocado por problemas de salud, el Papa parecía estar en buena forma durante la visita a la prisión. Fue recibido con entusiasmo por los presentes, permaneció de pie durante parte de la misa y luego, sentado, interactuó con las presas y hasta con un niño de tres años que vive en la prisión con su madre.

Noticia al Día / El Litoral

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