El gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, fue el último dirigente político en postularse como candidato para las elecciones presidenciales previstas para el próximo 28 de julio.
Con Rosales, se suman 12 aspirantes a la contienda y fue postulado por el partido Un Nuevo Tiempo (UNT), perteneciente a la coalición Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Su recorrido
Rosales enfrentó al extinto Hugo Chávez en las presidenciales de diciembre de 2006, donde obtuvo 4,2 millones de votos, tres millones menos que Chávez.
Regresó a la gobernación del Zulia en las elecciones de 2021, venciendo a su contendor Omar Prieto, quien aspiraba a la reelección.
Había sido gobernador entre 2000 y 2008, y alcalde de Maracaibo, entre 1996 y 2000 y luego desde 2008 hasta 2009, cuando partió al exilio, acusado de presunto enriquecimiento ilícito.
La acción judicial siguió cargada de amenazas de encarcelarlo y poner fin a su carrera política.
Tras seis años en el exilio en Perú, y alejado de la confrontación con el Gobierno, fue detenido al regresar a Venezuela en octubre de 2015. Dos años después cesó una inhabilitación política en su contra por corrupción, que le permitió volver a medirse en las urnas electorales.
La tarjeta Mi Negra
Rosales estaba decidido a disputarle terreno a Chávez en dos de las materias más delicadas de su gestión: la distribución horizontal de la enorme renta petrolera del país y la reducción de la pobreza, a través del establecimiento de una tarjeta débito de nombre Mi Negra.
El proyecto consistía en la entrega de una tarjeta electrónica como la de cualquier banco, para familias con miembros desempleados o en situación de pobreza extrema.
Rosales explicó que el Estado abonaría mensualmente entre 600 mil y un millón de bolívares (entre 300 y 500 dólares), que estos venezolanos podrían utilizar para paliar sus necesidades básicas mientras se insertaban en el mercado formal de trabajo.
De acuerdo con los cálculos de la campaña de Rosales, en una primera etapa Mi Negra podría ser entregada a 2,5 millones de familias.
La viabilidad del proyecto, según Rosales, estaba garantizada con el uso de solo una quinta parte de la renta petrolera venezolana si se mantenía el precio del barril de crudo en 60 dólares.
En principio, serían utilizados los más de 11 mil millones de dólares que reposaban en el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), que permitirían que Mi Negra funcionara sin recursos adicionales durante al menos dos años.
Mi Negra se planteaba como una maravilla y un verdadero resuelve para millones de venezolanos con pobreza extrema.
Noticia al Día / El Tiempo
