Australia afronta el último fin de semana del año y la celebración de Año nuevo, entre avisos de fuertes tormentas en el este del país, que ya han dejado once muertos, y olas de calor en el oeste y norte de la nación oceánica.
Según el último pronóstico del Departamento de Climatología, la ciudad de Marble Bar, en el estado de Australia Occidental, podría alcanzar los 49 grados Celsius este sábado.
Una ola de calor que también se registrará en otras jurisdicciones del país y que ha llevado a las autoridades a mantenerse en alerta ante la posibilidad de que se produzcan incendios forestales.
Este golpe de calor en pleno verano austral coincide con nuevas tormentas previstas para los orientales estados de Queensland y Nueva Gales del Sur, que proseguirán hasta el lunes.
Conforme al organismo oficial, algunas de estas tormentas traerán lluvias torrenciales y vientos de más de 90 kilómetros por hora.
Esta semana al menos once personas han perdido la vida en el nororiental estado de Queensland y en el suroriental Victoria a raíz de riadas y caída de árboles debido al fuerte temporal que azota la región este de Australia.
A mediados de mes, además, el norte del país sintió el golpe del ciclón Jasper, de categoría 2, que dejó grandes inundaciones en algunas zonas del Territorio Norte.
Este verano austral, que discurre entre diciembre y febrero, se encuentra bajo la influencia del fenómeno El Niño, que generalmente provoca temperaturas superiores a la media y se asocia a condiciones extremas que pueden hacer brotar incendios forestales, la llegada de ciclones y sequía.
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Noticia al Día/Efe