Cada 21 de diciembre se conmemora el Espíritu de la Navidad, festividad que reúne a millones de personas en el mundo y que coincide con el Solsticio de Invierno en el hemisferio norte y Solsticio de Verano en el hemisferio sur. Con ella, se promueve la espiritualidad personal y familiar.
La celebración, de origen nórdico, brinda la oportunidad de agradecer por los logros obtenidos durante el año, pedir deseos y promover la tolerancia, la paz, el amor, la armonía y la prosperidad. La leyenda original del ángel Uriel indica que el Espíritu de la Navidad llegó desde una galaxia lejana y se instaló en la región norte, en la península escandinava.
El Espíritu de la Navidad desciende tradicionalmente entre las 10:00 pm y 12:00 pm en los horarios locales. Se trata de una energía estelar que brinda beneficios espirituales a los seres humanos y que trasciende religiones. Las personas aprovechan la festividad para realizar rituales de limpieza, purificación y agradecimiento con el objetivo de recibir “energías positivas” y desechar “las negativas”.
Los rituales tradicionales consisten en encender velas junto a aromas de mandarina o limón. También suelen escribirse 21 deseos a desarrollar en el año entrante y en el próximo 21 de diciembre se queman para darle cierre a un ciclo. Quienes hacen los rituales suelen limpiar y ordenar el hogar, abrir las ventanas y las puertas, orar y difundir el aroma a incienso.
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Noticia al Día/Información de El Diario