-Es común que se use el término "estáis salao" para definir que alguien tiene mala suerte, pero en Maracaibo el dialecto, las palabras, tienen diferentes significados, igual se utilizan para definir los diferentes tipos de carnes, pollo o pescado que se hacían para la comida, así que cuando usted escuche "no hay salao" no significa que esté falta de sal, sino que no hay carnes para acompañar la sopa, el arroz, la ensalada.
Por muchos años, es de gran solución a quien, de alguna una manera, no puede ir a los grandes mercados de la ciudad de Maracaibo a comprar el llamado "salao", y buscan en las bodegas el mejor precio, ante la desmedida alza de costos que está acabando hasta con estos pequeños locales.
La costumbre es herencia de los antepasados, quienes al carecer de electricidad o de lugares donde conservar la comida congelada, la salaban para que durara. También se le dice de esa manera a quien se considera vestido estrambóticamente, sobre todo, con colores y estampados que resalten o a quien tiene gustos musicales populares.
Pero el "salao" del día, la carne de cualquier tipo que acompañará al resto de lo que se va a consumir en el almuerzo, ha pasado a un recuerdo de muchos en la mesa diaria, porque el alto costo que tienen no permiten su consumo.
El espíritu de la cocina zuliana viene dado por el respeto y el trato que dan las amas de casa a los óptimos ingredientes. Siempre se han jactado los maracuchos del consumo de las carnes de Santa Bárbara, los plátanos del sur del Lago, cocos de sus riberas, ganados caprinos y ovinos de la Guajira, los pollos "gigante" de Santa Cruz de Mara o de la pesca de la Isla de San Carlos o Puertos de Altagracia, es decir, pura calidad del “salao” para cualquier almuerzo del día.
La diversidad de los platos maracuchos, pese a que es bastante, tiende a sucumbir a las tentaciones de los clásicos de la carne, el asado negro, el lomo o cerdo. El plátano, es un “obligado” en toda ocasión, no importa si no combina con la comida, esta fruta debe estar presente siempre, porque es parte de la idiosincrasia del zuliano.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) ha confirmado que los precios de la carne y el pescado siguen al alza en términos anuales, si bien desde que arrancó el año las carnes Bs 350 el kilo, osea 11,3 dólares el kilo, el pollo a $3,2 el kilo y el pescado fresco y congelado aumentó de precio, según tamaño y especie.
Junto a los nuevos costos de la carne se cuentan también el de los víveres, legumbres y hortalizas, poniendo en apuros a las amas de casa que piensan en cambiar la dieta a solo granos, pues el pollo y puerco incrementaron el valor en menor medida, pero igual es el desbalance del presupuesto familiar, es decir, han tenido que sacar de sus carros de supermercado “El salao” del día.