Los pescadores del lago de Maracaibo dicen que enfrentan su peor pesadilla todos los días a medida que disminuyen las poblaciones de peces y la contaminación degrada la salud de este gran lago de agua dulce, uno de los más antiguos y más grandes del mundo.
El Lago de Maracaibo, que una vez estuvo en el corazón del auge petrolero de Venezuela, se ha convertido en un páramo contaminado, según ambientalistas.
La contaminación del lago, ubicado a unos 600 kilómetros (372 millas) al oeste de la capital, Caracas, es el resultado de décadas de explotación petrolera excesiva, el mal mantenimiento de la infraestructura obsoleta y la falta de plantas de tratamiento de desechos en la zona. Decenas de miles de kilómetros de tuberías yacen en su fondo, donde son frecuentes las fugas de crudo y las fallas en los sistemas.
El lago, que recoge agua de lluvia de más de un centenar de afluentes, se ha convertido también en el depósito de aguas residuales de los occidentales estados de Zulia, Mérida y Trujillo, donde viven 5,3 millones de personas. En él también van a parar residuos del departamento colombiano de Norte de Santander.
Fertilizantes, aguas residuales y otros productos químicos se vierten en el lago de Maracaibo, provocando altas concentraciones de nitrógeno y fósforo que han llevado al crecimiento de cianobacterias como la microcistina que produce el 95% de lo que localmente se llama “verdín”, una microalga verdosa y tóxica que ocupa gran parte de las aguas del lago, según Beltrán Briceño, profesor de la Universidad del Zulia y jefe del laboratorio de microbiología del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Maracaibo.
La proliferación de cianobacterias puede causar graves daños tanto a los animales acuáticos como a los seres humanos por las toxinas que generan, dijo. Las cianobacterias pueden causar muertes masivas de peces.
Los peces ya no se acercan a las orillas del lago porque las microalgas los “ahogan”, dijo José Aular, un pescador de 61 años que dice haber desarrollado una erupción en la piel por la contaminación del lago.
Los ambientalistas dicen que la contaminación por petróleo en el lago de Maracaibo comenzó a principios del siglo XX, pero empeoró a principios de la década de 1930, cuando se excavó un canal en el extremo norte del lago para permitir que grandes petroleros navegaran y conectaran el lago con el mar abierto. El agua de mar fluyó, matando la vida silvestre de agua dulce, como algunas plantas y peces.
Antes “salías a pescar y pescabas 700 kilos (unas 1.500 libras) de camarones” casi todo el tiempo, dijo Yordi Vicuña, un pescador de 33 años. Ahora, dice, los pescadores pasan días en el mar solo para regresar con unos ocho kilos (17 libras) de camarones.
Los pescadores no pueden arrojar sus redes a ningún lado porque se dañarán. El crudo derramado en el lago mancha las embarcaciones pesqueras, obstruye los motores fuera de borda y mancha las redes, dijo Vicuña.
La contaminación del lago de Maracaibo tiene décadas, pero ahora se siente en su costa con sus malos olores, derrames de petróleo y microalgas, dijo Briceño, profesor de la Universidad del Zulia.
“No existe una fórmula mágica” para rescatar el lago si se sigue utilizando como “fosa séptica”, advierte.
AP