-Para Juana Mercado, una cocinera que hasta hace poco vendía sus platos típicos los fines de semana en el barrio Los Claveles, en un improvisado restaurante que colocó en el garaje de su casa, hasta el 2017 todavía se movía la cosa, pero a la fecha sólo ha quedado para vender mondongo y hervido de res para llevar los fines de semana y es porque “la gente no tiene con qué comprar comida de la calle y las ventas se han venido al suelo”.
Las comidas tradicionales del zuliano eran platos comunes, con una gran demanda y ahora son para los que tienen dinero, porque vemos que a muchas familias de escasos recursos les cuesta comprar hasta un plátano que va por el orden de los 12 bolívares y hasta 18, de acuerdo con el tamaño, señala Mercado.
De los bollos pelones, la torta de plátano, la macarronada, el chivo en coco, el pabellón criollo, arroz con pollo, el hervido de res, mondongo, carne mechada, mojito en coco, lisa frita y pare de contar, van quedando los recuerdos en la memoria zuliana, porque ya casi no se hacen, por la hiperinflación y el alto costo de los ingredientes.
Los acompañantes de nuestra gastronomía la mayoría de las veces son arroz y ensalada, que resultan costosos para la mesa de muchos, porque el arroz es quizás lo más accesible hasta ahora (1,01 paquete de un kilo), pero en el caso de las verduras, muchos factores influyen en su precio, entre ellos las condiciones climáticas con inundaciones que aumentan su precio, como la papa, zanahoria, repollo, remolacha, tomate.
Adiós a los bollitos pelones
Milagros Villalobos y María Barrios, vecinas del barrio La Pastora, aseguran que la mayoría de las familias en su sector comen en el almuerzo pasta con alguna salsa, otras veces arroz con caraotas o frijoles y los huevos se están consumiendo de distintas maneras para la segunda comida del día.
Dicen que aquello de los "bollitos pelones" han quedado en el olvido, fuera del almuerzo, porque la carne molida está “incomprable”, las verduras ni se diga, sin contar la harina, el aceite y salsa para que queden buenos, señala Milagros.
Ana Barrios, por su parte, dice que hacer pabellón ha quedado para un día de fiesta o cumpleaños porque su costo no permite hacerlo como antes para el almuerzo. Las caraotas, la carne para mechar, el plátano y el arroz que lo componen cada vez son más costosos.
Julio Moncada, un andino que desde la adolescencia se vino a Maracaibo para ayudar a su padre en lo que llamaba el “puesto de almuerzos”, ubicado en el mercado principal de entonces, dice que la comida es la más variada de Venezuela con muchas “recetas”.
El maracucho es un excelente comensal y ama las frituras, pero el aceite comestible ya no permite hacer los tumbarranchos en casa, y de vez en cuando a precios de cualquier "delicitas" se compran en la calle.
“Tenemos comida como la indígena; como el chivo que se prepara de distintas formas, la de la costa oeste del Lago de Maracaibo, de donde deriva la comida en coco; la del Sur del Lago, de donde vienen la carne y el queso. Se preparan pasticho, macarronadas y otras pastas al horno, la de la Costa Oriental; de donde tomamos costumbres como la de freír, y tenemos las tradicionales arepas cabimeras y tumbarranchos. Es una mezcla de todas las culturas que adoptamos y transformamos en productos propios”, dice.
Algunos precios
Harina Pan $ 1.1
Arroz $ 1.1
Pollo $ 2,7 el kilo
Chivo $ 4,00 el kilo
Carne molida $ 6,2 el kilo
Plátano $ 0,4 (según tamaño)
Mojito $ 4,2
Puerco $ 6,2
El estado Zulia posee una mezcla cultural heredada de los europeos e indígenas que ocupan estas tierras, de la misma manera dicha mezcla es observada también en los diferentes platos autóctonos de la región.
Chivo en coco, cazuela marinera, mojito en coco, arroz con pollo, bollos pelones, plátano hervido, mandocas, el pabellón criollo, que se elabora preparando la carne mechada, el churrasco Santa Bárbara, los pastelitos, las arepas (principalmente tumbarranchos y arepa cabimera), las cachapas, patacón, son, entre muchos, los que se encuentran en las recetas de nuestra gastronomía.
Javier Sánchez
Fotos: archivo