Al menos 14 personas murieron en Brasil tras el derrumbe de parte de un edificio ocupado irregularmente en el estado de Pernambuco (noreste), informaron este sábado las autoridades, que concluyeron la búsqueda de desaparecidos.
Un día después del desplome, los bomberos pusieron fin a las tareas de rescate y actualizaron de 11 a 14 el balance de víctimas, tras hallar el cuerpo de una mujer y dos niños bajo los escombros, informó el sábado por la tarde la Defensa Civil de Pernambuco.
El desastre ocurrió el viernes por la mañana en el municipio de Paulista, región metropolitana de la capital del estado, Recife.
Los fallecidos eran hombres, mujeres y niños de entre 5 y 45 años.
Una mujer de 65 años y dos adolescentes fueron rescatadas de los escombros con vida, de acuerdo con la Defensa Civil, que no dio detalles sobre su estado de salud.
Las columnas del edificio que cedió tenían tres pisos y estaban acopladas a un complejo mayor de viviendas, según imágenes difundidas por la prensa local.
Los apartamentos habían sido clausurados en 2010 por presentar riesgo de derrumbe, pero estaban ocupados irregularmente, según la Defensa Civil.
En abril, otro edificio en condiciones similares se derrumbó en la ciudad de Olinda, Pernambuco, dejando seis muertos.
El colapso de viviendas en Brasil suele ocurrir en barrios pobres, donde la construcción ilegal es rampante y la población tiene menos acceso a casas dignas y seguras.
En 2020, dos edificios construidos irregularmente en una favela de Rio de Janeiro (sureste) se desplomaron tras varios días de intensas lluvias y dejaron un saldo de 24 muertos.
Los períodos de fuertes lluvias también suponen un riesgo por los frecuentes deslizamientos de tierra que provocan, una seria amenaza para los habitantes de asentamientos irregulares.
En febrero, 65 personas murieron por deslizamientos causados por precipitaciones récord en Sao Sebastiao, un balneario turístico a unos 200 km de la ciudad de Sao Paulo (sureste).
Unos 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo sujetas a deslizamientos o inundaciones en Brasil, país de 203 millones de habitantes.
AFP