El famoso jugador argentino, Lionel Messi, llegó el sábado a Pekín para disputar un partido amistoso contra Australia en el Estadio de los Trabajadores de Beijing, recientemente renovado y con capacidad para 68.000 personas. Sin embargo, su llegada no fue lo que se esperaba, ya que las autoridades chinas lo detuvieron al no contar con la visa necesaria para ingresar al país.
Afortunadamente, gracias a la intervención de las autoridades migratorias, Messi pudo obtener un permiso especial de forma urgente para poder entrar al país y unirse al equipo de la Selección de Argentina para el partido contra Australia.
Al parecer, Messi se confundió al pensar que Taiwán formaba parte de China y no realizó la solicitud correspondiente para ingresar al país. A pesar de este inconveniente, las autoridades chinas no tuvieron problema en atender el problema y ayudar al jugador a obtener el visado necesario.
El partido entre Argentina y Australia en China es el primer encuentro entre ambos equipos desde que se enfrentaron en los octavos de final de la Copa del Mundo de Catar 2022, en el cual Argentina se impuso por marcador de 2-1. Los aficionados chinos estaban ansiosos por ver a Messi en acción y las entradas para el juego se agotaron rápidamente, con precios que oscilaban entre 580 y 4.800 yuanes (aproximadamente €620 euros).
A pesar del incidente, Messi pudo unirse al equipo y participar en el partido amistoso, demostrando una vez más su talento y habilidad en la cancha.
Noticia al Día con información del Diario de América